amientos están enfocados en Valeria y nuestro encuentro en la Plaza Armenia. Me tomo mi tiempo para elegir cuidadosa
a incomodarme. Siento una leve molestia en la piel, una sensación de ardor que intento ignorar. Tengo un poco de sueño, pero no me importa. Al llegar, la v
al verme, y su sonr
o verte -respondo,
tece caminar un poco? -preg
me enc
to de los pájaros. Las conversaciones fluyen de manera natural, sin esfuerzo. Hablamos de l
va de repente, notando cómo me apart
luz solar -respondo con una
, aunque par
se detiene junto a un banco
sentarte un
del silencio cómodo que nos envuelve. Mir
nuestro encuentro en la librería -d
n el estómago, pero int
e... inesperado
s allá de nosotras hubie
o sentir la tensión en el aire. Quiero de
h. Hay algo en ti que me intriga -comen
pecho, consciente de lo que so
respondo, intentando desviar la conversación
é en pasear un poco más y
n un lugar tranquilo. Es mi f
gua, Sarah. Hay algo en ti que parece
s palabras me impactan má
a persona que aprec
ras parece haberse fortalecido, y aunque no hemos expresado abiertamente
de repente-. Puedo mostrarte algunas de mis fot
era, pero no puedo
ncant
hablan de otra época. Subimos las escaleras y le pregunto si puedo entrar, como corresponde a los de mi raza. Me recibe u
-dice Valeria con una
tando cómo cada elemento parece tener una historia. Hay algo acogedor en este espacio, una energí
con dos tazas
Santos Bourbon -coment
spondo, sorprendida
e a mi lado-. Me encanta su
ciativa para mantener el control de la conversación
cuéntame más sobre t
ucharita en su taza
o en un consultorio pr
fingiendo
d para escuchar y hacer
íe sua
consultorio intento no anal
teresante. ¿Qué te llev
a, mirando hac
mo pensamos, qué nos motiva, cómo superamos nuestras
a otros a navegar por
ndo su atención hacia mí-. Nun
í misma. He pasado tanto tiempo manteniendo a la g
a evasiva-. Trabajo con objetos antiguos, restaurándolos y
restaurad
sar que ayudo a preserv
s tener mucha paciencia
cierta meti
ento que intenta leer más allá de mi
libros -digo, señalando las estante
ón por las novelas que exploran la condición humana. His
ntender
ríe y se
mostra
ibro con una c
n antigua que encontré en una feria. Ha
manos, apreciando el tac
una lectur
me veo reflejada
de sinceridad, alg
n refugio como una prisión. D
siente le
ablas desde l
ómoda con la direcció
o mucho tiempo sol
nta de nuev
llo si no quieres. Solo...
ación pero prefiero m
aci
etomar e
ebe ser desafiante tratar con dif
al hablar de
Cada persona es un mundo, y ayudarlos a en
uina en sus palabras, una luz en sus ojos que revela su dedicac
conversaciones sobre libros, música
ciudades, ellos permanecen, guardando historias que nunca mueren. Son testigos silenc
lenaron el mundo. Yo, atrapada en la eternidad, encuentro consuelo en e
a detener el tiempo. Otras veces los devoro, perdiéndome en sus r
mirando el reloj-. ¿Te gustaría quedarte a
ero sé que es mejor man
pero creo que debería irme. H
cionada, pero asi
entiendo. O
hasta la puerta. Antes de irme, s
este tiempo conmigo. Realm
a tuya, Sarah. Espero que
ncant
mos con un leve abrazo. El contacto es breve pero carga
nstintiva. No fue un momento romántico en el sentido sutil de la palabra; simplemente, su perf
estrellas brillan débilmente sobre la ciudad. Me pregunto si estoy dispuesta