nmigo mismo. -Agachó la nariz aún más, rozando el puente de la mía. Mis rodillas empezaron a temblar al darme cuenta de
.. -Me tr
oyar las manos en la encimera, con los nudillos blancos-. Solo veo que te están secuestrando, y yo... -se detuvo, reviviendo lo que sentía mientra
iento. Si hubiera sabido que esto pasaría, si hubiera sabido... -Cómo te sentiste, era lo que quería decir, pero no sabía cómo. Estaba nerviosa por lo
. No descansaré hasta que estés a salvo, hasta que estés protegida, Cristina, yo... no sé cómo decirlo. Esto es lo que se supone que debo hacer. Y punto. -Aguilar ne
uil
que crees que es. -Aguilar levantó el té que le traje y me lo devolvió-. Cristina... te advertí que si volvía a hacer algo así, lo arruinaría. Y como en cualquier
aginarnos a los tres en la misma habitación, y mucho menos cenando o en un bar. ¿Por qué i
n para establecer expectativas y trazar el lími
s donde empieza y termina tu relación con él. Lo que h
Nunca hará lo correcto por ti, nunca sacrifica
Park, me he arriesgado cuando nadie más lo hacía
z que esta reunión se concrete y veremos si me haces cambiar de op
erminando su película. ¿
-, hizo un gesto con la mano, breve y rápido. Sin excep
rse por sus acciones, o quizás por las que no. Tenía que conocer, a mi manera, los límites
toy de acuerdo contigo en que hay que tener expectativas.
ué cal
ómo se siente Camilla? ¿Qué piensa de ti y de mí? -Aguilar me ignor
be, se lo record
por mí? -Mis palabras apartaron su mirada de los edificios.
lvía como una ola al sentirlo acercarse a quien siempre supe que era, alguie
zón. Este encuentro era una oportunidad, como él decía, para crear expectativas. Solo podía vivir con la fantasía de que Aguilar y yo estábamos destinados a estar juntos por un tiemp
tacto. Saqué mi teléfono y me dejé caer en la cama. Había veinte llamadas perdidas del número de Aguilar, avergonzándome e
ue nadie, debería saber que las decisiones tienen consecuencias, una lección que yo misma aprendí de m
botón de enviar, hasta que tuve el valor de enviarlo. Le escribí a