che, por la libertad, por los encuentros fortuitos- y Anya ya no entendía cómo había podido perder el control con tanta facilidad. Le parecía que hacía más calor, la música sonaba más nítida y s
bailar o a ligar? -
tra a bailar, - respondió ella, señalando a Katya, que ya se
alzaba un poco la copa. - ¿Ya te has puesto algo en la m
copa por un segundo, com
parecido, pero más bien prue
é te pones tan tens
a de cosas íntimas con un ch
a preguntar. - No recuerdo si ya
¡Menuda casuali
¿C
he. Pero dime, ¿te atreves con la mejilla? Nada más verte,
el padrastro no había estado con nadie. Bueno, y con él t
una medi
mos cómo te portas. Si te portas bien, podrás tocar
no solo el alcohol, sino un deseo fuer
como dijo Katya! Haré todo lo que Vanya
ar mis huevos
ada que ya no cabía duda:
vaciló. - Temo decepcionarte. Quizás prefiera
la vida es complicarse. Me gustas, y no me importa que
él, percibiendo su delicado perfume de colonia mezclado
los ojos le brillaban. - ¿Y quieres estar conmigo... quiero decir, pasar la noche
de de la copa, esbozó una
ngo un buen piso. Pero prepárate: allí
iedad. ¿Por qué sus palabras le resultaban tan excitantes? El corazón le latía c
e chupen con la mejilla? ¿O tienes algo más interesante para o
óvil, examinando su rostro
¿Qué quieres sa
espondiera, la voz
ngo un plan con este chico y su a
a la realidad. Vanya se reclinó en el respaldo
ya había qu
intensidad que le hacía temblar la cabeza. - ¿O me
miga con dos chicos prometía diversión; por otro, Vanya estaba tan cerc
decidir? - le lanzó una mi
e inclinó. - ¿Crees q
n paso atrás y se sujetó
é por ti. ¡Pero rápido! Mi a
do que sus dedos
. Con momentos a
s en blanco fingidamente, pero p
taba a punto de acercarse, recordó a
do partirme en dos. Bue
su polla. Aunque estaban algo apartados, quien se ac
rró Anya, mordisqueando
on los labio
con los labios y tiró ligeramen
over la cabeza con pasión, notando cómo su
pezado y ya siento su exc
acceso, y Vanya, comprendiendo sus
frutara de sus suaves mordiscos
ntástica! - susurr