iguiente fu
e soledad que usualmente la acompañaba. El recuerdo del beso con Alex aún ardía en su piel. Er
grafía de Wilhelmina parecía casi moderna en su honestidad: hablaba de encuentros secretos en jardines oc
del otro segu
na fir
r su secreto. Su inicial. Era una coinciden
Margaret la ll
lla entró-. El coleccionista quiere ven
unció e
n pr
pecial en esa pieza. Que ha esperado añ
s su n
ret v
omo Mr. Ashcroft. Pero paga bien, y respeta el pr
¿Y si ese "interés especi
estudio. Habían decidido leer otra carta. Esta vez
igo, hará pública nuestra deshonra. Que quemará mis pinturas. Que destruirá
z alta, su voz
os. El amor como
a-. ¿Y si destruyeron todo lo que él pintó? Tal
nzo dentro de otro. Un testimon
escondido
a el tipo de silencio que solo se da entre dos personas
és, el colecci
con chófer, y subió los escalones con un bastón de madera oscura. Alt
t con una inclinación formal,
ted es la r
respondió, exte
chó con una firmeza
a habilidad especial para escuchar lo q
a de desconfianza. ¿Có
tura antes de adqu
t sonri
En una casa que ya no existe. Pero
rcó al
eso es lo que debe ocurrir, ¿no? Para enc
refería a la restaur
Caminaban por South Bank, el río corriendo gris
ríos -dijo-. Sabía cosas.
go sobre
ero eso no tiene sentido. La familia Hale
que no hablara de esta pintura. Sino de ot
miró con
hay otr
estauras no es
mo mensajes sin dueño. Emma sintió que al
x recibió un m
as más cartas. El pasado
saje con la resp
que fue
ara él. Quizá no quiere
Emma-, sí quier
sar una última
que habían pintado juntos y escondido en
ordarás nuestra historia. Está allí, donde nuestros pasos se
miró
a ig
ró él-. Está en ruinas desde
mos q
e St. Dunstan in the East, la luna colándose entre las ramas que cr
interna. Alex abr
contrar la verd
asi
ste lo que no q
entrada, sin saber que alguien