ad y la curiosidad es la base
Arm
ofriantes, volteó a mirarla. Esta soltó una carca
broma de Felicia– respond
or negro d
es muy buena gente–
dijo Felicia entrometié
que sufro de amnesia– d
a chica nueva, le había dado una
er siempre chistosa– dijo mientra
os creen que porque vienen de la ciuda
ba y subió l
amar? Mi auto se descompuso a unos met
í tienes, p
una época con tanta tecnología digital. Dio vueltas al disco del teléfono par
ánchez– respondi
yo. Por favor no
e está? Su padre anda todo des
a lo que te voy a decir, no t
n mi niña
esar a casa. Sólo necesito que sepas que estoy bien. Cuando p
ucía, por fa
uricular d
a alguna posada dónde pueda quedar
e has caído bien. Puedo dejar que te quedes en l
¿Cómo me dijo
todos en el pueblo Isa. Es más diré que ere
ndió emocionada– yo s
ste pueblo– respondió sorprendid
serio o
ué te m
raro, sólo eso– dijo e
cía para estar sola por esto
oy cumpliendo
Entonces toma como regalo de mi
ómo agrad
dándome alojamiento por esa noche y trabajo por una semana, mientras buscaba donde queda
rador, destapó su paquete de papas fritas, tenía tanta hambre, pero se avergonzaba dd pedirle a Isad
e Lucía?– le p
s que ni siquier
blas criatura? ¿Acaso
tengo dinero
scarte algo. ¿Puedes atender si sl
supu
ra y lo colocas dentro de la caja.
a y se para del lado de adentro. Felicia
forastera? ¿Piensa
cuidara el puesto– respondió nervios
ltó la carcajada. Ella
muy graci
serio, no vas a llegar a
ambién vi
e atrás– respondió s
eír juntas, movió su cabeza de lado a lado. Sabía que el humor negro de Felicia, resultaba siempre u
jo mientras colocaba el plato en
que la boca se le hacía agua. Salió detrás del mostrador y se sentó
habitación de descanso. Tengo que
aré pendiente de e
dices que es mi sobr
pes Isadora.
normal hacia en su casa, cepillarse y dar su sie
cuenta que su vida habí
Lucía, imagino estarás c
cosa que pensara o sintiera aquella, mujer
o te llevo– le
generosa y amable como Isadora. Subió tras ella l
bría el closet y sacaba una toalla– toma data un b
elicia, ere
e eres gente fina,
ió con el
para que
largo, de un castaño intenso, y sus ojos azules la hacían ver mucho más blanca. Era delgada,
era por lograr su sueño. Abandonar su casa, sus l
de ponerla tibia, pero no encontró, sólo tenía un
su mente vino el rostro, la sonrisa y el po
? ¿Sería del pueblo? Tal vez esta
maba su costado. Se levantó y acomodó del otro lado. Se sentía cansada deseaba formar un poco.
ujos, a la buena comida, a no tener preocupaciones, a dormir hasta tarde, a recibir la comida e
olver a su casa. Pero entonces, todo habría sido en vano. Tendría que pedirle perdón a su padre po
taba dispu
horas. Despertó casado escuchó que algui
Isadora ya se fue. ¿
lavarme la ca
que el viejo que sale en el pasillo, le g
i se trataba de otra de sus broma
s con eso,
te lo dig
aquí, sólo me cepi
dosa!– dijo y rió a
hasta que salió del vaño. Bajaron j
Tostadas, café con leche,
petito. Felicia la obs
de viene
ital, vivo
¿Se nota que eres una joven de bu
z has tenid
sólo sueños– respondió joc
eños se queden en mi imaginación. Quiero
pero como no tenía padre, pue
pudo evitar reír c
e hablar en
testó, soltando su
n hombre muy guapo, rubio, de
ruscamente. Su sonrisa se des