e para controlar y dominar a todos aquellos que no lo poseían, incluso con
o el libro que está en mis manos, paradójicamente sin prestarle demasiada atención, 'La Divina Comedia' de Da
as mismas ideas en términos lingüísticos de culturas diferentes; en este caso particular puedo decir que sí, tal
critas, como si Dante, hubiera realizado ese viaje al mismo infiern
nfasis en esto, es de que nuestros personas
A ratos observo el cielo, dejo que mis ojos se llenen con el azul intenso que domina el firmamento; a lo
ise bloquear aquel recuerdo y olvidar sus palabras: "Debes estudiar y ser un hombr
or hombre del que alguna vez te enamoraste. Tu imagen se vuelve etérea ante mis ojos. Por alguna razón siempre vu
e situaciones en las que la ficción y la realidad se al
. Guardo el libro en el bolso, me levanto y echo a andar dejando atrás ese pasado. Cruzo la calle, cerca e
o bastón, Moisés, pensé y sonreí con sarcasmo. El hombre me observo como si me hubiese le
o en la barra, desde donde emana con gran fuerza. Veo varios jóvenes haciendo malabares c
licor. Me senté en la mesa más alejada de la puerta, el clima estaba frio, yo vestía de manera casual con un pantalón y un
é te sirvo?- pregu
eza por favor- respon
ó la retirada, no tardó mucho en reg
vez esperaba a quien nunca llegó". En uno de esos momentos cruzó su mirada con la mía, levantó su copa de vino e hizo un gest
odía acompañarme. Hubiese querido decirle que no, pero en su mirada había un gesto ya antes r
es usted un
e un sólo trago. Ella la mujer, solitaria, ahora mi acompañante movía su m
querer l
rmar que si deseaba volver a lle
orena y cabello o
eza para el caballero y una c
vuelta y regresó pr
dedicas? –m
viv
copa de vino. Imaginé que debía querer
que te
lienzo la vida qu
rtista p
pondió con ci
oy es
a mi taller? Vi
l mostrarme su debilidad. Así que durante el camino, sólo hablamos de Van Gohg y Frida.
red. Algo desordenadas las pinturas y los pinceles regados sobre la mesa. Todo aquello reflejaba la angustia que ella llevaba por dentro
a. Nos sentamos en una especie de diván antiguo. Continuamos conversando sobre el arte y sus implicaciones filosóficas. Hubo un m
y ya su descote se asomaba como pidiéndome
azos que la esperaban ansiosos. Soy poco detallista, en como se visten algunas mujeres, pero
ice lo propio también. Me quité el sweter y bajé mi cremallera. Ella tomó u
lor a cerveza entre las piernas, corroboró mi hipótesis de qu