uvo frente a
omo una advertencia. El viento agitaba las copas de los árboles altos, y el cielo g
sma fachada de líneas modernas. El mismo maldito zu
í. No tan real. No tan pronto. No
firma, la había
inicial: 15,000. Discreción
trabajo
se d
n su estómago
jaba la tenue luz del atardecer que entraba por los ventanales. Un aroma familiar flotab
-dijo
. Inconf
se d
ede s
, no tan seguro.
ro no por mucho tiempo
razón le latía como si quisiera avis
años
reguntó Alejandro, apoyado c
ó Elena, con el cabello
aces cada vez que m
or la cintura, y por un segundo
o sientes n
lla no
ca
ro segu
ero esos ojos... seguían teniendo la misma intensidad que la
-dijo Elena, sin
abiendo cómo llenar una
No iba a caer en es
? Vine a trabajar, n
in decir nada más. Sus paso
tanterías y una luz suave que bajaba desde el techo. En
o Alejandro, sin em
rmato, mostraba una mujer de expresión serena, ojos verd
scurecidas por la humedad. Pero la estruc
o no irrecuperable. Necesitaré al meno
dro as
tudio del ala este
quedarme e
cto. Esa mirada que una vez la d
dado lo que
-respondió s
un silen
te -dijo-. Afró
decir que no. Pero algo dentro, algo que no
or el t
on una media sonri
más lujosa que cualquier hote
a de mármol. Pero lo único que le importaba e
Dentro, entre dibujos y anotac
rito después
rque si te decía la verdad, me quedaba. Y si
o que aprend
iba a llorar.
años
re, en esa clínica donde las parede
escubre? -p
ará, si
palabras calculadas para herir. L
te, comenzó la
gre con bisturí y solventes suaves. Y aunque tenía las
es. Con un café.
un día-. Concentrada. Co
cosas n
otra
no res
ue. Pero esa noche, ella soñó con
ar. Elena, agachada frente al lienz
la noche d
miró d
é traes
gritaste mi nombre antes de desmayart
ajó la
me pidió q
le hici
a algo q
o. Podía sentir su res
elo
. Por dentro
r ti. Por lo que sabía.
mejor dejarme creyend
ragó s
la única forma
ces él
ón contenida por años. Fue ra
o lo d
ura, como antes. Como siempre. Y p
separaron. Jade
mbia nada -
ambia todo?
, Elena n
regresaba. Y en el espejo, ella
ía venido p
quedando por al