vo que soportar las críticas sobre su cuerpo. Como siempre, decid
do los días y la gran boda, preparada e
temblorosas. No era una boda soñada, no había emoción en su corazón, solo una fría sensación de resignación. La tela
mitiría mantener la empresa en pie y en sus manos, como se lo prometió a su madre. No tenía intención de enamorarse, ni de ceder un solo espacio de su vida para a
dos sabía era que, en esa aparente imposición, encontrarían el
destellaban como estrellas fugaces, capturando cada instante de la boda que, a los ojos del mundo,
a perla bordada, cada encaje delicado, parecía una ironía pesada. Un disfraz de princesa para un cuento en el que
ra de indiferencia absoluta. Mientras ella caminaba hacia él, sostenida por la presión invisible de su familia, se preguntó si dentro
do, él apenas giró la
tan carente de emoción que bien
gida... y le apretó los dedos
exactamente
sintió cómo su mandíbula se
o. Nelly solo escuchaba su propio corazón, golpeando con rabia y resignación al mi
¿aceptas a Nelly Ar
, con esa frialdad qu
-
Como si simplemente estuviera
tas a Adrián c
que estaban allí celebrando la unión de dos desconocidos. Pero
-
tan pesado como una cadena invisible. El metal frío co
besar a
la sala. Las cámaras se alzaron
guien que ejecuta un movimiento ensayado. Sus labios rozaron
an a jugar a ser la pareja perfecta, ella también sabía
eaccionar. Adrián sintió un sinfín de emociones que reprimió inmediatamente, aun así correspondió
bios de Adrián con u
con deleite. Desde afuera, parecía el beso de dos amantes atrapados e
jos de Adrián. ¿Gusto? ¿Sorpresa? ¿O quizá
có al oído
-susurró amenazante
a so
o subestimes
da. Saliendo tomados de la mano, recibiendo pétalos de rosas sobre ellos, otr
música en vivo llenaba el aire con melodías románticas, mientras las luces de cristal centelleaban sobre las mesas elegantemen
ntro de la pista de baile, rodeados por la multitud expectante. La música suave los en
recorría el espacio entre sus pieles. Sus miradas se mantenían fijas, sus
cercó al oído de Adrián, su voz apenas u
jo con una sonrisa dulce que no llegaba a
sus ojos grises brillando co
oz baja, su aliento rozando la piel de ella-. No esperes que
un poco de él, su
Adrián -le dijo con una sonri
descifrable. Luego, volvió a tomarla en sus brazos y continuar
aron en el salón. Nelly y Adrián se separaron,
interesante -dijo
espondió Adri
donde sus familias los esperab
a pareja. Nelly y Adrián se separaron, agrad
sa -dijo una invitada a Nell
-respondió Nell
comentó otro invitado a Ad
spondió Adriá
idades,
critas -le reclamó Nell
paces con ese hombr
mirada fulminante que
noche. Nelly y Adrián se mantuvieron distant
os comenzaron a retirarse, Nelly y Adrián
os -dijo Adrián,
ir nada. La verdad es
y se dirigieron a la limusina que l
as, Dejen un comentario qué t
ara más hi