llar nuestra apuesta, me preparé, mentalmente, y
aracas. Donde mis padres decidieron establecer el punto central de operaciones de un consorcio enfocado en las bellas artes. «El amor v
se debe cerrar cada ciclo que iniciamos. Así que; fui capitán del equipo de básquetbol en la universidad, presidente del foro de discusiones en la clase de arte contemporáneo
ido que es momento del trabajo duro. Me organicé para poner en marcha el plan. Hice una lista mental de las faseo perder. El hecho que estés comprometida le da un sabor más interesante a este reto, tu novio morirá cuando sepa que tú estás di
ndome para continuar, a pesar
ecursos humanos para solicitar tu expediente, me reí
ella hacia mí. Pero una regla clara para ser valorado y respetado como jefe; es ver a la secretaria como una hermana o peor aún una a
gra como la noche, que le llegaba a media pierna. -¡Diabla, diablilla, diablura!- Me recriminé, tratando de imagin
r -Me repetí una y otra v
ficha de vida para saber; ¿quién eres?, ¿de dónde vienes?, y ¿cuáles son tus aspiraciones?, aunque lo último ya lo sabía; aspiras a casa
an buena como yo, pero buena al fin... «Al menos podremos entablar una conversación interesante», asumí.
rechazaste... ¿Quisiera saber por qué? -pronuncié con algo de intriga... «Ya tend
ademán de cabeza afirmó que me gustaba ese hecho... «Odiaría ten
o nada extrañado, pues la asumí predecible... «A
libres -Me sumergí aún más en el expediente... «¿Por qué necesitas dinero?, tal vez será para los gastos de la boda, pobre tont
mba sexual, pero tampoco estaba tan mal; con pocos arreglos, un par de retoques, y que el maquillaje haga su magia. Total, era solo por seis meses y no para toda la vida... «La imagin
expediente, escuché a mi se
de mi presencia, ¿en qué lo puedo ayudar? -Me d
olos en mi barbilla, manteniendo la mirada en los ojos de ella. Aun sabiendo de qué es
ofrecí, a lo que ella negó c
secretaria antes de que esta saliera de la oficina con los labios fruncidos. Decir que la respiración de la li
o algún error grave como para este tipo de reunión. Su pierna derecha se movía rápidamente,
o tres grandes préstamos y un adelanto monetario de sus vacacion
ún las bases legales de la empresa, en ningún momento he faltado
do la última solicitud -solté sin aspavientos, b
stamo, señor?, yo realmente necesito este dinero, v
nidad de atacar», analicé en fracciones de segundo. -¿Y para qué necesita
xplicación así que si no tiene más que decirme me retiro a mí puesto de
la en la puerta. Recordé el refrán de mi abuelo materno; si quieres dar en la diana apunta al centro. Sé po
ntras ella se sentaba nuevamente, retirando los mechones de su cara con un suave movimiento de s
e me acompañe por los próximos seis meses -lancé mi primer dardo, exponie
arde mi dardo entró en ella. Pude ver sus niveles de indignación y enojo al tope máxi
e yo le solicite, es así de simple -lancé mi segundo dardo respondien
cia la puerta, tuve que actuar rápido para evitar que saliera de la oficina. Me levanté con grandes zancadas, llegué a ella tomándola del brazo, la retuve hasta
de perder el control de la situación y ese era un lujo que no me podía dar. Así
y escúcheme cinco minutos es todo lo que le pid
una lista de mujeres dispuestas a tener en su currículo social el haber salido conmigo solo por el hecho de ser
e dio a entender me sonó a acompañante sexual -reprochó, trat
te, a algunos actos sociales, viajes y otras actividades que así lo requiera- Aclaré tranquilo con total naturalidad, mientras le entregaba un pañuelo; el cual, con toda dignidad, Danna, rec
eses a partir de maña
cando ropa, viáticos; ya sabes esos ga
familiar debe saber de nuest
forma resguardaremos su reputación, señorita, pero a cambio de proteger su dignidad de mujer uste
anquila no soy un maniático ni sadomasoquista, para decir verdad soy un h
s meses le triplicaré la cantidad, creo que eso le resolvería el problema económico que tiene -subí los
para evitar gritar levantándose lentamente, apartó su mirada pidiendo permiso para retirarse. Pero yo sabía qu
muy ingenua me dij
lé una puerta ade
la puerta, la presioné; -hágase la idea que está ayudando a un moribundo -Allí mi último dardo, est
-Y con voz afligida, me re
primero iba directo a la naturalidad de las nuevas relaciones, el segundo y el tercero se entrelazaron entre
stinto al de mi secretaria. Su mirada era tranquila, sus manos no presentaron tensión, su andar fue ligero, dejó una grata estela de aroma a rosas y jazmín. Perdidos en mis pensamientos es
ñor -exigió Danna al sentarse nuevamente frente a mí