tardaría, dijo que solo serían unos cuantos minutos en la habitación
anos firmes, sus ojos son tan azules como aquella vez. Es tan bello como cuando tenía 17, o aún mejor. Pero ya no es mío. Su cuerpo le pertenece a otra, a esa ta
ad, nadie podrá arr
ía como una nebulosa, flotando como un fantasma en mi memoria cada noche de soledad. Y ahora que lo he vuelto a ver, esos ojos de fuego, u
erda aquella vez que fui suya, se le meti
la mía, cómo huir si vuelvo otra vez a sus brazos, me fui lejos, a España, el tiempo nos separó, pe
otra. Pero este amor, este loco amor de adolesce
s la mía, hoy su cuerpo su tiempo ya no son míos ni están a m
rra mañana, pero hoy
comprensión, su tiempo, su compañía, toda esa dulzura y amor que me regala, pero la verdad, la dolorosa y cruda verdad,
, esa es l
so legal a un simple papel, me dejé llevar por lo que otros esperaban de mí, tanto que dejé de ser Eleiza, para ser "la viuda de Hopkins", y después... despu
voy a ser libr
a Gui
hacían indestructible, la verdad es que esas cosas son superficiales y al final te vuelven vulnerabl
aro tod