ernos, nos detenemos en una puerta café con una placa en la pa
eorge. Esa completamente vacía, a excepción de los muebles claro, nada decora las paredes ni la biblioteca, las paredes blancas hacen que la habitación se vea aún más vacía. Pongo mi maletín sobre el escritorio y
a y me quedo en una pieza cuando una mujer alta, de hermosas curvas y hermosos oj
Bennett
el ademan para que siga y
va a manejar como psicólogo dentro del complejo. Lamento no haberlo podido acompañar hasta aquí pero tenía que resolver otro asunto antes – toma asiento en la silla que se encuentra frente al escritorio – Voy a contarle brevemente sobre lo que hacemos y como estamos divididos. No sé ha
s están divididos en c
os aún creen que se encuentran en la guerra. Aunque a veces dan algunos inconvenientes, generalmente son muy ca
n algunos casos ocasionando que sientan miembros fantasma. Por esta razón están en constante vigilancia para evitar que se hagan daño
a algún miembro del personal médico. Casi todos los reclusos tienen trastorno de personalidad por tanto un guardia siempre va acompañando al personal antes de ingresar a las habitaciones. Estos reclusos n
tes se tiene especial cuidado y su acceso es completamente restringido. No le voy a mentir, hasta hace dos horas no teníamos reclusos en esta categoría ya que gracias al tratamiento han podido recalificarse en las otras tres
que mato al guardia? – d
la misma calma con la que
se supone que ellos evitan que nos pase algo? Deberían
hacia énfasis en el proceso que acabo de explicarle no estaba pidiendo sugerencia
mplejo debo saber absolutament
s para personal autorizado. Así que le recomiendo lea los instructivos detenidamente y lo esperamos mañana a
enta la recome
ento con una mirada de superio
una recom
los documentos que me acaban de entregar para dejarlos en el maletín. Con pesadez me lavando de mí ahora asiento para dirigirme a mi casa. Ya que la
por el que fui traído en principio con la esperanza de hallar la salida del edificio, pero por más que doy vueltas me pierdo por los pasillos que tien
or el lugar - ¡Por fin! – pero antes de poder siquiera decir una palabra soy azotado b
ntifí
, Thomas
¿Á
¿Q
área pe
lo
de su pantalón y lo pasa por mi brazo, la luz indica roja, el
on preocupación en mi voz –
do con un golpe en la cara y obligado a ponerm
rincipal – Dice el
que no soy
r otro golpe será mej
con la culata de su r
mi costado – Arriba – Dice uno de ellos. Soy esposado cual crim