un abrir y cerrar de ojos. Laura, por otro lado, estaba to
l codo, con los dos últimos botones desabrochados, mostrando un pecho bien tonificado, llevaba un reloj c
stán cayendo los ángeles del cielo?
s creo que nos equivocamos de ciudades, p
a dejar de mirarlos; muchos murmuraban cosas como "¡Deben ser famosos!" y "¡Mira es
con todas las miradas y comentarios a su alrededor. Ricardo, preocupado, le preg
a con velas y todo el rollo. Después de cenar, sugirió ver una película, y Laura estuvo de
do sintió que el corazón se le iba a salir del pecho. Se quitó la ropa hasta que
y ella respondió con una sonrisa pícara: "No, es que hoy
el ambiente se volvió romántico con las velas aún encendidas. Ricardo tomó a Laura del brazo y
. Laura empezó a sentir una corriente eléctrica recorriendo todo su cuerpo. Después
confundida, pre
s chupado la po
", respondió e
obar?" pregu
...", con
te muerda o te lastime?",
reocupes", respondió tra
en", di
engua afuera", le indi
ndo un hueso", le explicó Ricardo. Laura lo hizo, pero se sintió un poc
o en tu boca, pero primero debes desenrollarlo y solo tu leng
tió con l
asi por completo. Laura le estaba cogiendo el truco y empezó a lamer la punta antes de meterlo todo de nuevo. Después, comenzó a chupar la punta como si fuera una paleta. Ricardo g
. Empezó a empujarlo más adentro hasta su garganta. Laura se sorprendió, pero enseguida sintió el semen caliente llenándole la boca, así qu
locándola encima de él. La besó profundamente ha
sus dedos, empezó a tocar suavemente sus labios inferiores y los introdujo delicadamente en s
mordiditas en los labios y penetrando su vagina con la lengua. Al mismo tiempo, acariciaba con movimientos rápidos su clít
ás y alcanzó un orgasmo lleno de gemidos sensuales que excitaron a Ricardo, haciendo que su miembro volviera a despertar
u orgasmo, ella comenzó a sentir placer nuevamente, algo que nunca había experimentado antes pero que le resultaba muy placentero. Ricardo embistió con t
viera succionando de nuevo pero con su vagina. Los dos gritaron de placer, con Laura con los ojos bien abiertos y Rica
cuperaban y seguía dándose más y más, hasta rayar el alba