ardo se sorprendió al ver a Laura y ella aprovechó la situación, diciéndole con tono divertido: "¡O
s mientras el hombre que se dirigía al baño se quedó mirando. Se detuvo frente a la puerta, bromeando con Ricardo sobre l
de aterrizar. Ricardo notó que Laura seguía dormida, así que se inclinó y comenzó a abrocharle el cinturón de seguridad. En ese momento, Laura se despertó de golpe y Ricardo se disculpó rápidamente: "Lo siento, no quería
abeza y responde: "Sí, desde que nací". Laura sonríe con picardía y le dice: "Entonces, ¿es cierto l
res muy responsables", mientras le aprieta suavemente la entrepierna. Ricardo sonríe con orgullo y le propone: "Si quieres, pue
Ricardo le sugiere: "Perfecto, entonces ven conmigo a mi casa. Me encargaré de llevarte a donde necesites y luego te daré un tou
lo esperaba en la entrada con el equipaje de ambos. De repente, aparece un Ferrari deportivo descap
, ¿qué esperas
hacia el centro de Ciudad Star. La vista era increíble, con una fila de edific
anta belleza: "¡Wow! ¡Nunca he
ol, ahí es cuando ves la verdad
pectacular!",
tour por la ciudad, hay o
ce Ri
al ascensor y juntos llegan al décimo piso. El departamento era sencillo pero elegante, con una decoración minimalista pero muy bonita. Las paredes
casa, voy a dejar el equipaje en la habitación." Ella a
ero darme un baño y cambiarme
na y una mala noticia", rascándose
jo: "La
olo hay una habit
na?", preg
ue compartir cam
acción, Ricardo bromeó: "Si crees que estarás incómoda
ere incomodar eres tú", re
y yo nos portaremos bien, no te pre
o lo mismo de mi p
só y le dijo: "Bueno, seguro tienes hambre. Ve a arreglarte
simple y quedarnos a descansar. No qu
or atención. Eres mi invitada, así q
nces iré a prepa
s algo, solo llámame
ma era grande y estaba cubierta con un edredón azul. Había una mesita de noche que salía de la pared, con un c
la habitación que estaba frente a la de Laura, que resultó ser un gimnasio, y empezó a sudar la gota gorda con su rutina de ej
n, con un cuello alto, pendientes dorados que caían como cascadas por sus hombros, el pelo recogido con algunos ri
a boca abierta, diciendo: "Wao, ¡es
dijo: "Gracias. Ahora, ya pue