la mesa se quedan en silencio, sí, después de todo creo que fue solo por mí. - Al fnal. ¿Qué tiene este tipo

Lo siento, pero confeso que sonreí mucho esa noche. Pero aparte de gracioso, Aaron está acostumbrado a Te

quiera

suspira. Pero la que respond

, él no es tan malo como parece. -

pasó con esta Vivian? Pregunto, y t

unca había visto a Aaron tan apega

está a su lado - responde Vitória.

?, y respondiendo a tu pregunta, sí, somos gemelos, pero como ves, no s

o, pero de un día para otro simplemente la humilló ante todo el coleg

lvide de ti, dale un poco de tiempo - responde Vitória y comienza a beber su jugo. - Espero sinceramente q

unos ojos azules mirándome fjamente, bajo la cabeza, no queriendo verlo mirándome más. Terminamos de almorzar y me cuentan un poco

ra es la madre de Aaron. - ¡Grave! ¿Podría empeorar? Ella sonríe. - Puedes hablar. - Bueno... prácticamente

ncipe de algún país que no tengo idea de que existe. Vitória vuelve a sonreír, la tomo del brazo y nos de

u familia, hace muchos años. - ¿Grave? Santa mierda. - Interesante, ¿no es así? - ¡Nuestro! De verdad – digo

del hombro, sonriendo. Entramos en

de que alguien me está mirando. Me vuelvo y veo a Aaron mirándome,

rápido y al fnal Vitória consigue m

la puerta del colegio buscando a mi hermana, pero no la encuentro. En

. Escucho un ruido fuerte, me doy

eta está con una chica, y puedo jurar que es Bella. Sacudo la cabeza con disgusto. Uno de esos dos pr

iculares, elegí una canción en mi celular y la tarareé hasta llegar a casa. Entré, me quité el abrigo y l

todo, cuando estudié allí había un lugar hermoso al que iba cada vez que podía. Soy curioso. - ¿Cual? - La

La vista allí era hermosa. Y si no me equivoco había un invernadero con

iba a almorzar a casa de un colega, pensé que te habría avisado. -Debió haberlo olvidado. Bueno... voy a cambiarme de ropa y bajar a ayudarte. Ella sonríe, subo las escaleras y voy directo al dormitorio. Me c

duciendo, al lado está Aaron, me mira por un momento, luego le dice algo a su amigo, me mira y comienza a sonreír. Aunque no quiero, mi cara se calienta. Bella entra, fnge no ver

omienza a quitarse la ropa sin responderme. Respiro hondo, frustrada. - ¿Puedes responderme? Ella se vu

asunto tuyo, ¿no? O tal vez quieras saber sobre la parte en la que desafaste a Sofía. O mejor aún, la pa

eso es lo de menos, ¿no crees? Se pone los pantalones y luego la blusa

Me mira con odio. - Voy a dejar las cosas muy claras entre nosotros.

pareces más a papá. Sus palabras son como una bofetada. Res