/0/9454/coverbig.jpg?v=20230215211202)
Hanna Bastem, es una mujer lobo que está enamorada de su jefe. Mateo Handrick es un humano con demasiados problemas de ego, multimillonario y jefe de un sector de la mafia dominante en la ciudad de Nueva York, quien siente lo mismo por su secretaria. Saben que se gustan, pero que su amor, es algo sumamente prohibido, más para Hanna, quien oculta su verdadero ser. Mateo está casado con Emma, mujer que lo ha acompañado durante un gran tiempo en su vida, pero que tiene ciertos secretos oscuros. La ciudad está atravesando una serie de hechos que llevan al caos y a la incertidumbre sobre quien manda en Nueva York. ¿Los mafiosos? ¿Los lobos? ¿O los vampiros evolucionados? ¿El amor lobo y humano es posible?
-Tú tienes que hacer lo que yo digo, de lo contrario, tu final será trágico. ¿Me has escuchado? - Dice Mateo Handrick con total furia a una de las personas que tiene amenazada.
Corta la llamada permitiendo mediante una seña, el paso de su hermosa secretaria, Hanna Bastem, a su oficina.
Mateo odia que lo interrumpan cuando está amenazando o dirigiendo a sus empleados, pero no es el caso cuando Hanna aparece, ya que tiene un trato especial para con ella.
Respira profundo, suelta su pelo y mientras Mateo está dado vuelta mirando hacia fuera, disfrutando de la vista de la gran ciudad, desabrocha su blusa blanca con botones, dejando que se vean un poco sus pechos.
-Estoy aquí señor, ¿Qué necesita de mí? - Acomoda nuevamente su cabello.
No puede ocultar sus inoportunos nervios.
Mateo voltea y mira fijamente a sus pechos, quedando tildado por unos milisegundos, haciendo que ella se ponga aún más incómoda, pero es lo que buscaba.
Luego de unos segundos reafirma su postura.
-Siéntate, por favor. Quiero hacerte unas preguntas.
Corre la silla para que ella se siente.
-Sí, pregúnteme señor. ¿Hice algo? -Aprieta sus puños bajo la mesa un poco miedosa.
-¿Tú has estado coqueteando con el jefe de seguridad? Me han llegado ciertos rumores de ello. Tú sabes que no es muy bueno estar con alguien del trabajo, ya que puedes generar mal clima laboral si hay alguna pelea o lo que fuere.
Mateo se saca su saco y su corbata y los tira, dejándolos reposar en el sofá situado al costado de la oficina, sentándose en la punta de la mesa, muy cerca de Hanna.
-No señor, ni si quiera me parece lindo ese muchacho, siempre ha inventado cosas de que estuvo con ciertas chicas en la empresa, pero yo nunca lo tocaría, ya que tampoco es mi tipo. -Titubea un poco.
-¿No me estás mintiendo? ¿Segura?
Se acerca aún más, casi arrodillándose frente a ella con la mirada fija en su boca.
-No señor Handrick, le juro que no. Es más, no me llevo muy bien con él. Tenemos nuestras ciertas diferencias. - Traga saliva preocupada.
-Está bien, igualmente lo sé, pero tenía que confirmarlo teniéndote frente a frente, así no se me escapa nada. Te creo. -Truena sus dedos con una sonrisa un poco malévola.
-Juro que no le miento. - Se desespera un poco.
-Sé que no. Y por favor, deja de llamarme señor, para ti soy Mateo. Puedes actuar como eres, porque eres mi preferida.
Se detiene muy cerca de su boca cual galán y de repente desabrocha los últimos botones de la blusa blanca de Hanna, que muy sexy le queda, mientras ella se acomoda su pelo aumentando su calor corporal. El momento de tensión sexual aumentó mucho más al momento en el que él apoyó sus manos en las piernas de Hanna, acariciándola suavemente, de arriba hacia abajo, sucesivamente.
-¿El viernes quieres venir a trabajar de noche? Te necesitaré. -Le pregunta con total seguridad.
Ella, algo dubitativa, tomándose unos segundos, al saber que el viernes hay luna llena, responde titubeando:
-Es que no sé si podré a la noche, tengo planes con mi familia. - Intenta evadir la propuesta, mientras desliza su mano por todo el pecho de Mateo admirando sus pectorales.
De repente, todo se interrumpe.
Tocan la puerta.
Desesperados e incómodamente, dejan lo que están haciendo para arreglarse. Ella se abrocha, y él, sentándose nuevamente en la punta de la mesa eleva su voz para preguntar:
-¿Quién es?
Mira fijamente la puerta enojado por la interrupción.
-Soy yo señor, usted me ha mandado a llamar hace un rato. - Dice Phil entrando a la oficina muy serio también al darse cuenta que allí estaba Hanna, de quien estuvo inventando cosas.
-Ven, acércate, tú puedes retirarte, después retomaremos lo que estábamos hablando. - Le guiña el ojo.
Se retira de la habitación, cerrando suavemente la puerta, quedándose a escuchar tras ella.
-Dígame jefe.- Posiciona sus manos atrás en señal de respeto.
-Has estado haciendo muy bien tu trabajo últimamente, pero quiero que seas más rudo con esas personas que no nos pagan a tiempo, haz que lo hagan sí o sí, prométemelo y tendrás el gran aumento de sueldo que estás anhelando.
Phil lo mira sin entender como su jefe hizo para enterarse de su anhelo.
-Sí, no me mires así, acuérdate que yo me entero todo y tengo oídos en toda la mansión. Ah, y una cosa más, trata de alejarte de Hanna, tú sabes por qué.
Hanna seguía escuchando todo lo que pasaba dentro de la oficina, pero no puede entender como le dará un aumento de sueldo ya que pensaba que el jefe ya no quería más a Phil. Sorprendida, decide esconderse antes de que salga de la oficina.
Phil se aleja unos pasos, y ella vuelve a su sector cuando de repente, ve que a la derecha del pasillo aparece la esposa de Mateo tomándose la panza un poco preocupada deteniéndose a su lado.
-¿Mateo está aquí? - Señala la puerta.
-Si señora Handrick, está allí, está un poco de mal humor, no lo altere más, por favor.
Emma, esposa de Mateo, mira fijamente el pelo de Hanna, y curiosa pregunta:
-¿Por qué tienes el pelo un poco revuelto? Si sabes que tienes que venir a trabajar con el pelo recogido, acuérdate de la imagen.
Hanna sonríe de forma sarcástica y responde:
-Es que estaba por arreglarme otra vez, estaba por ir al baño a hacerlo. No se preocupe. Bueno, la dejo sola con su marido. ¿Usted está bien?
-No, pero no te incumbe, ya te enterarás seguramente, tú siempre te enteras.
Emma la rebaja con la mirada, con una actitud totalmente hostil hacia ella y avanza.
-Amor, amor, tenemos que hablar. Cierra la puerta con llave asustando un poco a Mateo.
-¿Qué mierda ha pasado ahora? ¿Por qué te tomas la panza así?
-¡Estoy embarazada! -Agranda los ojos con emoción.
-¿Qué? ¿Estás bromeando? - Pregunta realmente impactado.
-Si amor. Al fin lo hemos logrado, ¡ahora sí vamos a tener un hijo!
MATEO:
Mucho tiempo hemos buscado junto a mi esposa poder tener un bebé, que poco a poco he ido perdiendo las esperanzas porque todo salía realmente mal, cada intento me frustraba, lo que he terminado perdiendo el deseo de ser papá por primera vez a mis casi treinta y tres años. Estoy poco a poco enamorándome de mi secretaria, Hanna, quien me parece una chica sumamente interesante, cada vez que estoy al lado suyo, me gusta aún más. No puedo creer que ahora, justo en este momento, donde creía que ya puedo cambiar un poco el rumbo de mi vida y dejar a mi esposa de una vez por todas, aparezca esto. Sé que los tratamientos podrían haber llegado a dar sus frutos con el tiempo. Aunque soy multimillonario, he podido aprender, mediante tanta atención que le he puesto a todos esos papás que cuidan sumamente bien a sus hijos, que el día que tenga mi hijo, crecerá en un ambiente donde no le faltará nada, pero al mismo tiempo es peligroso por todas las cosas en las que he estado involucrado ya que soy el jefe de una empresa que tiene dobles intenciones en el mercado. Aportamos muchísimo para el crecimiento de la ciudad de New York, con nuestro negocio de autos, pero todos esos fondos que no podemos declarar ante lo legal, provienen de aprietes a personas que cuyos negocios, no son legales tampoco, pero que para no delatarlos, ellos nos pagan una buena fortuna. Todo este tiempo estuve implicado en hechos donde la policía, no intervino de la mejor forma, ya que han estado sobornados por nosotros. Tenemos la ciudad bajo nuestro control, pero temo que a medida de que vaya desviando mi atención por tener un hijo, todo eso cambie y perder todo lo que he construido.
-------------------
-No puedo creerlo, ¡al fin pudimos amor! -Retoma la conversación luego de un momento donde se paralizó.
Mateo intenta mostrarse feliz haciendo un gran esfuerzo para no verse molesto con la situación. La abraza apoyando su mentón en el hombro de ella, largando un suspiro imperceptible para Emma, quien de todas formas, siente raro el abrazo de su esposo.
-Vamos a cuidarlo de la mejor manera. Pero igualmente, tengo que seguir unos cuidados especiales. ¡Vamos a ser los mejores papás del mundo!
-Lo seremos, o por lo menos, lo intentaré.
Astrid no es lo que parece, le hizo imaginar a Matt que era lo mejor para su vida y que él tiene la culpa de todo, principalmente de que hayan perdido a su hijo. Una manipulación absolutamente fuera de control, a tal punto de tratar de hacerlo abandonar su banda, con la cuál ha conseguido ser alguien en esta vida, mejorar económicamente y pasar momentos inmejorables. Es ella o el heavy metal, eso es lo que le hizo elegir ubicándolo entre la espada y la pared. Matt, volverá a encontrarse con Abi, una chica totalmente distinta, una excelente persona, aunque llena de miedos y con un pasado deprimente. Establecerán un nuevo romance, muy difícil al principio pero que irá mejorando con el tiempo. Astrid, celosa y sabiendo que ha perdido todo lo que tenía, intentará romper este vínculo.
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".