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Sin datos
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-¿No crees que es tiempo de hacer algo más? -Dijo Jess mientras me blanqueaba los ojos.
-Ja, ¿a qué te refieres? -Respondí con indiferencia a pesar de que en el fondo sé el rumbo que tomará esta conversación.
-William, sabes a lo que me refiero, sólo te dedicas a estudiar y trabajar. No dedicas tiempo para ti, para conocer otras personas. Creo que ya te has castigado suficiente después de salir de esa relación con...-Lancé una mirada brusca antes de que pudiera terminar de hablar, no me gusta nombrar a mi ex, prefiero cortar todo con ese tipo. -Will, vamos, ya han pasado 2 años, no puedes condenarte de esa manera, está bien tener miedo, pero ¿no notas que más de un chico quisiera estar a tu lado?
-Oh, así que Will tiene a las perras haciendo fila ja, ja, ja. -Dije burlón.
-Sí, idiota, la diferencia es que Elmo le sacaría provecho. -Respondió Jess "con seriedad", no podía ocultar que sí había conseguido dibujar una sonrisa en su rostro.
-Calma, en este momento no me interesa tener algo con alguien o más bien ninguno de ellos me llama la atención, prometo que no se trata de mi ex, ni de que quiera condenarme a estar en solitario. Además, te tengo a ti y a Ross ¿no es eso suficiente?
-Está bien, sólo me preocupo y claro que no es suficiente si sigue así un día nos vas a pedir matrimonio a las dos.
-Y ni siquiera sería mala idea. -Dije entre risas mientras Jess me lanzaba golpecitos en el brazo y no dejaba de decir "eres un idiota".
Jess se preocupa mucho por mí porque un año después de habernos conocido en la universidad vio cómo mi mundo se desmoronó cuando la relación con mi ex, al cual llamaré R porque igual y me sale más simple de mencionar. Fue una relación de cuatro años en la que hubo momentos felices y no tan felices, el punto es que no era una relación sana, yo no quería admitir que R me manipulaba y hacia conmigo lo que quisiera, pero se debe tener en cuenta que era un chico inmaduro, esa relación inició cuando yo estaba en la secundaria no se puede esperar demasiado de un amorío de colegio y mucho menos con alguien que ya estaba en la Universidad para ese entonces. Ahora lo veo con claridad, pero en ese tiempo parecía cegado por la estupidez que yo confundía con amor.
*Inicio de Flashback*
-¿Qué es lo que estás haciendo? -Preguntó R enojado.
―Sólo creí que estaba bien preparar algo de comer antes de irnos. ―Respondí con tranquilidad y con algo de ilusión, nunca perdía la esperanza de encontrar en él una reacción diferente.
―Ya te he dicho que cuando vengas a mi apartamento no necesito que prepares una mierda, al diablo con tu comida. Vámonos, a diferencia tuya tengo cosas que hacer. -Dijo mientras me jaloneo a la salida del apartamento. Ese día fuimos en su carro sin ni siquiera mencionar alguna palabra, me dejó cerca a la secundaria y se marchó. Era algo que hacía siempre e igual no me parecía demasiado grave, el problema era que yo lo hacía enojar. Obvio yo era el problema.
Cuando salía de la secundaria me iba a mi casa y cuando estaba a punto de oscurecer recibía un mensaje de R.
-Amor, ya paso por ti.
Cada noche era el mismo mensaje y de todos modos hacia mantener mi ilusión, "seguro ya recapacitó", "Él me quiere", eran el tipo de pensamientos que pasaban por mi cabeza. Al recibir ese mensaje dejaba cualquier cosa que estuviera haciendo y me alistaba para que él me recogiera. Subía a su carro, me saludaba con normalidad y nos íbamos a su apartamento, nunca fue a un sitio diferente, nunca tuvimos alguna velada romántica o simplemente sentarnos en un andén a ver las estrellas y charlar un rato.
Esa noche no fue diferente de otras, llegamos al apartamento y una vez adentro R se desató. Me agarró del cuello con brusquedad y empezó a besarme, continúo acariciando mi cuerpo que, aunque también lo deseaba no podía evitar estar tembloroso. Algo en mí tenía terror por él, pero no era capaz de admitirlo ante nadie, ni siquiera para mí mismo.
-Creo que es momento de que hagas lo tuyo. -Decía R enojado mientras llevaba mi cabeza hacía su gran miembro. Cuando parecía dudar, aunque sea un segundo él me cuestionaba. -¿Acaso no amas a tu chico? - Y esa mierda era suficiente para que yo le diera la mamada de su vida. Era un completo idiota. La noche transcurría en tener sexo desenfrenado hasta saciar a R, una vez sucedía no dormíamos como lo haría alguna pareja que acaba de tener relaciones, me dejaba tirado en la cama de su habitación y él prefería irse a la habitación de huéspedes. Era como si no quisiera amanecer conmigo, como si a pesar de todo le diera asco.
*Fin del flashback*
-Hey, Hey, Will. ¿Estás bien? -Gritó Jess con preocupación mientras manoteaba en frente mío.
-Sí, lo estoy.
-Ja, te quedaste congelado mirando a la nada, pero bueno ya es hora de irnos a clases mi querido amigo. -Dijo mientras me agarraba del brazo.
-Está bien, vamos. -Dije mientras empezábamos a caminar rumbo al salón de clases.
-Sé que dijiste que todo está bien, pero te noto desanimado y apenas es lunes, ¿qué pasa? No me gusta que calles tus cosas, lo sabes.
-Lo siento, Jess. Sólo me duele un poco la cabeza. -Mentí porque en realidad sólo me había dejado algo perturbado recordar a R, sé que suena a que soy un idiota que no es capaz de superarlo o algo por el estilo. Sin embargo, creo que es real lo mucho que una persona te puede lastimar, las secuelas duran mucho si no duran toda la vida.
-Tonto, no te creo, pero supongo que tendrás tus razones para no contarme respeto eso. -Dijo Jess con seriedad sin apartar su mirada de mí, ella me conoce demasiado bien no puedo mentirle y esperar que ni siquiera lo note. De todos modos, no necesito hablar de eso, por ahora.
Llegamos al salón de clases de Jess, me despido de ella y me dirijo hacia el mío. Jess estudia Ingeniería de sistemas y yo estudio música, somos un tanto opuestos, pero nos conocimos en la semana de inducción de la universidad y desde ese entonces hemos sido los mejores amigos. No soy muy social, así que fue ella la que se acercó a mí de una manera algo particular, pero esa es otra historia.
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