cia al frente, me sorprendió que volteara a verme y me lanzara una mirada fulminante, como era de esperarse todos con los que iba hicieron lo mismo. Alcancé a sentir algo de extrañeza,

guro de que nunca en la vida conocí, ni volvería a conocer alguien así. Regina con su estatura media, su cabello castaño oscuro, corto y ondulado, su cuerpo

ntinuó caminando y la vi junto a su grupo alejarse por el pas

e que todavía caminaba a mi lado, parecía no estar asustado, más bien se notaba eufórico, como si mostrara demasiada admiración por

n comentario que casi fue inaudible, sólo entendí que hablaba de su amiga,

rado. Le di una mirada de desaprobación y seguí caminando-. Algo me dice que no eres un tipo odi

nte mío e insistió, no tuve más remedio que regresarme. Noté que se dibujó una sonrisa en su rostro, era algo como satisfacción por haber conseguido mi ayuda. En mi caso, no sé qué reflejaba

o la amiga del

renalina de la situación hacía que todo fuera más excitante, después de un rato de que hubieran cesado las balas me puse en cuatro y estaba siendo embestida

a maldita oscuridad me era casi imposible encontrar mi ropa. Entonces, abrieron la puerta y nos alu

ante interesante mientras se volteó y retiró del lugar. Mati no tenía ningu

n el que estaba también se estaba vistiendo. Al final salimos con normalidad, hasta que al salir por completo del oscur

n había fracasado por completo. No dije ni una sola palabra y tomé del brazo a Mati para irnos del lugar, dejé a ese chico

los tipos con lo que follas? -Cue

, no quiero tener contact

hora dices que no te importa?

ese no era mi chico -

ontraste y decidiste no desaprovec

pero estaba tan drogada que me equivo

es que te acuestas con el que no es, lin

oscuro, apenas y veía la

perra fastidiosa que no dejará de acechar a ese chico que le gusta ¿o me eq

anquilidad, justo cuando llegamos al carro de Mati

ra R

e mis empresas, cuento con una en Tecnología e Innovación y otra de Textiles, con eso había empezado mi vida laboral y tenía jugosas ganancias. Sin embargo, cuando descubrí el p

así que me dejó a cargo. Era tanto su distanciamiento que ni siquiera pude verla cuando falleció, me enteré por una llamada un mes después de su muerte. Ni siquiera sé dónde la enterraron, sólo un abogado me informó q

no me rindo ante nada, ni nadie y me fascinan los retos. El hecho de empezar de esa manera sólo me incito a que si no era vista como la jefa, entonces, sería la mismísima Reina de la mafia, no importaba por encima de quién tuviera que pasar. Tuve que entrenar defensa personal y aprender a manejar armas

aban las relaciones, sólo buscaba pasar el rato y eso era lo que hacía. Ni siquiera en mi juventud me había dejado engatusar por nadie. En fin, la Regina joven ya es sólo un buen recuerdo, en la actualidad soy respetada por todos, incluso los jefes de otras mafias saben a

me doblegó ante los demás y soy exigente porque me gusta que todo marche bien. Sin embargo, también sé reconocer cuando hay buen trabajo y se nota el esfuerzo por mantener el negocio en pie y también tengo mis ratos d