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Es una historia de una mujer sola, que a pesar de todo lo que pasó. La muerte prematura de sus padres, y el estar en casas de acogida la mayor parte de su vida no se rindió. Y eso lo demuestra con el embarazo que se entera que tiene unas semanas después de terminar con su pareja después de encontrarlo engañandola con varias personas. Se levanta ante cualquier cosa como la mujer poderosa que es, lista para enfrentar a quien sea. Se encuentra con Steve en su edificio, es un joven que apenas está comenzando a pisar el mundo laboral pero eso no quiere decir que tenga ese tipo de mentalidad porque es un hombre en cuerpo de niño la cual le da el apoyo y la fuerza para seguir amándose. Y permitiendo que ella se de cuenta de que su felicidad merece... "Una Nueva Oportunidad".
Me quedo mucho tiempo viendo la pared, esperando que mágicamente la respuesta a mi actual situación surgiera en mi mente. No podría estar más equivocada, siempre me he caracterizado por ser una mujer decisiva a pesar de las distintas adversidades por las que pueda estar pasando.
Jamás he dado un paso atrás, y a pesar de lo que llevo a estar sentada en mi cuarto de baño, observando fijamente los azulejos de la pared, fijamente por tiempo indefinido, no me hace arrepentirme de nada de lo ocurrido.
Supongo que cualquiera en mi situación se echaría atrás por eso, pero si hay algo que es cierto para mí es que nunca me he rendido, no sucedió en el pasado, no sucede ahora y no ocurrirá en el futuro. Tengo plena seguridad de eso.
-Hola pequeño, no sé si me estarás escuchando. Ni siquiera sé si para este momento podría llamarte como tal, al contrario del sentido común. Para mí, desde el momento en que me enteré de tu existencia, que aunque suene extraño, fue hace un par de horas atrás, por mi mente cruzaron muchos pensamientos, muchos escenarios, pero no está en mí abandonarte por nada del mundo. Sé lo que es, estar sola sin nadie a quien contarle tus problemas porque están ocupados en sus asuntos. Eso pasará conmigo.
Le digo en la soledad de mi cuarto de baño, al pequeño que se encuentra gestando en mi vientre actualmente. Murmuro:-Ahora a levantarse, que hay que poner todo en orden, el lado bueno es que nos tenemos el uno para el otro. El lado malo es que quién se supone que es tu padre, posiblemente esté haciendo cosas inmorales en estos momentos.
Me levanto con un suspiro involuntario saliendo de mis labios, después de levantarme de mi posición en el piso al cual llegue en un momento que sinceramente no sé identificar.
Me levanto firme, con una resolución que no sé cómo, pero puedo suponer que se fue gestando en mi interior a medida que el desastre en mi cabeza fue tomando forma. Dirijo mi mirada hacia el espejo, observando mi rostro algo pálido, quizás debido a la preocupación o a lo mejor tenga que ver un poco con no comer pensando que sería un simple malestar de estómago que se me pasaría con el transcurrir de los días.
La parte graciosa es que sí se me va a pasar, pero no en días, sino en meses; nueve meses para ser exactos.
A pesar de que mi cara está algo demacrada, si te acercas a ver directamente. Puedes discernir un brillo en mi mirada, el cual indica que mi llama sigue ahí, encendida. Ardiendo a plena potencia, sin importar lo que esté pasando, no lo veo como un obstáculo, ni como algo que fuera a dañar en el proceso.
Para mí es una ganancia, porque tendré un pequeño compañero que me estará acompañando por mucho tiempo, tal vez no hasta el final de mis días, pero eso no me preocupa. Eres mi objetivo bebé, una misión que me propondré para nunca rendirme a pesar de las circunstancias. Seguiré adelante sola.
Desplazo mi mirada del espejo hacia la prueba de embarazo; en la cual se encuentran dos líneas, las cuales indican el resultado de la misma. La tomo entre mis manos temblorosas, tomándolo como si al mínimo descuido se pudiera caer y romperse. Cambio mi agarre en ella, cogiéndolo con firmeza.
- ¿Quizás debería botarla? -me pregunto a mí misma, sin saber qué hacer exactamente-. ¿Botarla?, No... claro que no haré eso. No puedo tirarlo solo porque sí.
Tomo mi cartera, la cual se encuentra en la encimera del lavamanos. Para introducir la prueba en ella, con una sonrisa, salgo del cuarto de baño. Esto no quiere decir que no tenga miedo, soy un ser humano, por supuesto que tenga miedo, pero tampoco puedo permitir que el miedo se apodere de mi vida, he de seguir adelante sin importar lo que esté pasando en mí.
Si nos dejáramos guiar por el miedo, nadie logrará sus objetivos, nadie pudiera crear nada. Lo mejor que se puede hacer, es tomar ese miedo como si fuese un objeto físico y abrazarlo, adecuarnos él, ya que no será la primera vez que venga a causar estragos en nosotros para querer hacernos caer. La base no es ocultarse, engañarse a uno mismo que uno siente eso; si se siente. Si te niegas a esos sentimientos te conviertes en una persona hipócrita.
Nunca me he vinculado con eso, y jamás lo haré. Seguiré al frente de mi situación.
A pesar de que ocurrieron solo segundos, desde que cerré la puerta hasta que llegue a mi habitación. Se siente como si hubiesen sido horas, como si en solo ese par de segundos algo me hubiese ocurrido, un cambio del cual desconozco. Tomo un profundo respiro, para luego llegar a mi cama, me siento ella para luego posar mi mirada en el techo, poniendo en orden cada uno de mis pensamientos.
-Siendo sincera, nunca me imaginé en esta posición. Pero quién se hubiera imaginado que mientras iba feliz a ver al que sería mi esposo en algún momento en el futuro para comentarle sobre el nuevo proyecto en el que estoy trabajando, con la intención de sorprenderlo. La sorprendida fui yo.
Al entrar vi algo que nunca me hubiera gustado haber visto, quizás hasta hubiera aceptado o pensando que me engañaría. Supongo que es normal, que alguien tenga esa duda sobre su pareja en algún momento, pero no es solo el hecho de que me haya engañado. Si no el escenario que sigue apareciendo en mi mente, a pesar de que ocurrió ya hace un par de semanas atrás.
Todo se desarrolló en la empresa donde él trabaja, al entrar a su piso me sorprendo al no ver nadie del personal aquí. Desde la secretaria, hasta las oficinas que se encuentran alrededor que sinceramente no son muchas, son solo dos.
Aunque comencé a sospechar que algo pasaba desde que tuve que ingresar la contraseña en el panel del ascensor para poder salir de él. Creí que estaban en una junta importante, por eso quizás no lo reflexioné demasiado. Así que solo seguí adelante. Llegó a su oficina, en la cual no encuentro a nadie.
Victoria ha pasado tres años casada con Oliver, amando a un hombre que nunca ha podido corresponderle. Desde el inicio de su matrimonio, Oliver ha sido incapaz de dejar atrás su amor por Zoé, su antigua pareja, cuya trágica muerte lo dejó sumido en el dolor. Convencido de que Victoria tuvo algo que ver con el accidente que acabó con la vida de Zoé, Oliver la ha rechazado constantemente, viviendo en un matrimonio frío y distante. A pesar de sus esfuerzos por ganarse su afecto, Victoria se resigna a una relación sin amor, cargando con el peso de la culpa que nunca ha sido suya. Todo cambia cuando, finalmente, deciden divorciarse. Con la distancia que la separación les otorga, Oliver comienza a ver a Victoria bajo una nueva luz. La ausencia le revela sentimientos que nunca había reconocido, y mientras ella trata de seguir adelante con su vida, él se da cuenta de que quizá siempre estuvo equivocado. Ahora, Oliver deberá enfrentarse a sus propios demonios y descubrir si es demasiado tarde para amar a la mujer que siempre estuvo a su lado.
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
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