eropuerto. No puedo evitar liberar un suspiro de tranquilidad de por fin haber bajado del
és de comprobar que todo está en su lugar, procedo a salir del lugar en dirección al apartamento que co
el taxista después de ayudarme a colocar la
lrededor de la ciudad. Trato de disimular lo mejor que puedo, pero por
umado a eso que soy un recién egresado de la universidad a mis veinticinco año
que haya perdido su tiempo, qué tonterías para no estudiar, solo que
o que no soy. Eran exclusivamente los recursos, si no que la situación en mi casa me impedía irme,
portunidad de aprender más sobre otra pa
ismamiento por su voz, dirijo mi mirada hacia e
ificio. Me bajo sin querer demorarme más, le pago la cantidad acordada para luego entrar en el Lobby. Saludo a las pe
equipaje -me digo a mí mis
rovecho para dar un leve vistazo alrededor, sorprendido por lo grande y bonito que
mi emoción no me permití interrogar bien a mi papá,
ue pienso al sentir que
chica que chocó contra mí. Estoy a punto de reclamarle, pero cuando veo qué tiempo después unos hermosos ojo
stras miradas chocan, se forma al
sentía ganas de volver a sentirla junto a mí. Después de presentarnos, y ver cómo me miró cuando me agache a tomar la maleta qu
sta que veo que se cierran completamente las puertas, me dispongo a pasar mi mano por mi rostro, p
de verla pronto-. Qué tonterías dices Steve, obvio la
pensar en entrar. Traslado mi mirada hacia la otra puerta a
és combinados con negro en algunas superficies. No tengo más que decir que me encanta. Sé que debería desempacar
estos momentos, entro con rapidez, me quito la ropa al instante par
on esto, doy vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño. Es extraño, físicamente me siento a
osa mujer de ojos cafés chocó conmigo. Sonrío de solo recordar lo
da somnolienta, con ganas de seguir durmiendo, pero el ruido no hace más que impedir que eso