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Siempre he intentado ver a Martín como mi hermano mayor. No compartimos la misma sangre o el apellido, pero desde que nuestros padres se casaron, nos convertimos en una gran familia. Más, las cosas nunca han sido como lo parecen, Martín me ama y está dispuesto a todo por tenerme. Incluso apartarme del hombre que amo, para lograr su cometido. - ¡Mientras vivas bajo este techo, él no pondrá un pie dentro! ¡Me oíste Laura! -Dice jaloneando Martín - ¡Suéltame, imbécil! -me aparto de su agarre- ¿Por qué piensas que puedes mandar en mi vida? No eres nadie, yo hago lo que se me da la gana y si Bryan quiere pasar la noche conmigo tú no vas a impedirlo -, expreso llena de rabia. - ¡Claro que lo impediré! -me desafía llevándome de espaldas contra la pared - ¿Por qué? - grito entre dientes, mirándolo a los ojos, acariciando la idea de golpearlo. -¡Por qué te amo, maldita sea! -. Grita paralizándome-Te amo con desesperación como jamás creí amar a nadie. Me vuelves loco ¡acaso no te has dado cuenta de ello! -Estás demente -lo aparto de mí. -Pero de amor- me detiene, tomándome fuerte del brazo. -¡Suéltame! -, intento zafarme de su agarre- jamás existirá algo entre tú y yo. -Me gustan los retos y sabes que suelo ganarlos. -¡Déjame! Maldito enfermo- logro soltarme-. Yo no seré nunca parte de tu juego. -Puedes decir lo que quieras, pero serás mía- toca mi barbilla dejándome congelada.
Hace quince años, en un accidente automovilístico mi madre murió, al igual que mi futuro hermanito. Eso fue realmente devastador para mi familia, sin embargo, era muy pequeña para darme cuenta de que esa ausencia sumergió a mi padre en la más profunda soledad. Cambió por completo, dejó de sonreír, se apartó de mi lado, se convirtió en un extraño por muchos años. Que compartí en compañía de mi nana Victoria. Pero misteriosamente todo cambio; papá volvió a hacer el de siempre, consiguió un mejor puesto en un importante hospital de Cali y nos mudamos.
En una ciudad nueva, encontré nuevos amigos y una nueva familia.
Papá se había enamorado y estaba pronto a casarse con una viuda con tres hijos.
¿Había notado ese extraño comportamiento antes? ¡No!, ni siquiera tenía idea de lo que era el amor. El tiempo pasó rápido y de un momento a otro me encontraba en la iglesia, portando un hermoso vestido de princesa, muy elegante presenciando la boda de mi padre.
-A partir de ahora, todo será mucho mejor, no estés triste, Laura. Tendrás una familia grande que te querrá muchísimo-. Dijo mi nana, aquella vez.
Viviana Cardona Moreno se convirtió desde ese día en mi madrastra y junto a sus 3 hijos; Martín, Celina y Ramiro, se mudaron a nuestra casa.
No diré que fueron una pesadilla, porque me aceptaron como parte de su familia, me trataron como una hermana más; sobre todo los gemelos Celina y Ramiro que son un año menor. ¿Martín? Pues él es 6 años mayor y desde el primer día me trato con mucho amor, fue algo así como el super hermano con poderes que te protege y está ahí para lo que necesitas. Podría decir que era feliz y de pronto el infierno se desató.
Conforme pasaron los años, Martín empezó a sobre protegerme, vigilarme y a alejar a todos mis pretendientes. Creí que como hermano mayor era su deber hacer esa clase de escenas por el temor de que me lastimaran. Desde que cumplí quince años me mira diferente, me asusta su manera de actuar.
Mi padre casi nunca está en casa y cuando intento decir lo que sucede me siento estúpida.
-Solo se preocupa por ti como tu hermano mayor. No le veo nada de malo en querer cuidarte. Además, nunca se ha equivocado respecto a esos niños que te han pretendido. -Me aclaró papá.
¿Y Viviana?, pues, siendo su madre, lo defiende, haciéndome sentir culpable por mis malos pensamientos.
-Laura, desde hace diez años nos hemos convertido en tu familia. Lo que estás insinuando es monstruoso. ¿Cómo puedes pensar que Martín te mira cómo hombre? Lo único que hace es protegerte. Espero que no hayas preocupado a Rodrigo con esta locura. Me siento muy, muy decepcionada de ti.
Luego de esa desastrosa charla, intenté no hacerme más ideas indecentes, pues quizás exageraba. No obstante, hace unos mi nana victoria me abandonó en circunstancias extrañas. Sin lugar a dudas fue un golpe fuerte a mi corazón, después de mi madre, ella es la segunda persona más importante en mi vida; mi segunda mamá y simplemente se fue sin despedirse siquiera, dejándome solo una nota como disculpa por su apresurada partida.
"Mi hermosa niña, espero que puedas disculparme por la manera de irme de tu vida. Tengo una urgencia que no puede esperar. Discúlpame por no poder espérate, mi niña. Cuídate mucho. Te amo muchísimo y siempre estarás en mi corazón. Ojalá Diosito me dé más tiempo para reencontrarnos algún día"
Fueron los peores días de mi vida.
Y como todo no puede ser negro o blanco; apareció Bryan. Fue un flechazo a primera vista. Lo conocí en la escuela por amigos en común; uno de ellos es Ramiro. Bryan tiene 22 años y estudia medicina, a mi padre le agrada, pero Martín lo detesta, siempre está buscando fallas y haciéndolo quedar mal.
Hace unos meses, para mi cumpleaños 19, papá hozo reservaciones en un lujoso restaurante del centro y obviamente que invité a Bryan y a su familia sin que él lo supiera.
Subí a buscar mi bolso sin pensar que todos salían a buscar su posición en los autos, dejándome sola. Cuando regreso a la sala, solamente Martín estaba esperándome.
-Vendrás conmigo, tu novio ya está en el auto. -Dice sonriendo a medias.
-Perfecto-, respondo, adelantándome para salir.
Sin embargo, antes de dar un paso lejos de él me tomó del brazo para dejarme una pequeña advertencia.
- ¡Mientras vivas bajo este techo, él no pondrá un pie dentro! ¡Me oíste Laura! -Dice jaloneando Martín
- ¡Suéltame, imbécil! -me aparto de su agarre- ¿Por qué crees que puedes mandar en mi vida? No eres nadie, yo hago lo que se me da la gana y si Ryan quiere pasar la noche conmigo tú no vas a impedirlo -, expreso llena de rabia.
- ¡Claro que lo impediré! -me desafía llevándome de espaldas contra la pared
- ¿Por qué? - grito entre dientes, mirándolo a los ojos, acariciando la idea de golpearlo.
-¡Por qué te amo, maldita sea! -. Grita paralizándome-Te amo con desesperación como jamás creí amar a nadie. ME vuelves loco ¡acaso no te has dado cuenta de ello!
-Estás demente -lo aparto de mí.
-Pero de amor- me detiene, tomándome fuerte del brazo.
-¡Suéltame! -, intento zafarme de su agarre- jamás existirá algo entre tú y yo.
-Me gustan los retos y sabes que suelo ganarlos.
-¡Déjame! Maldito enfermo- logro soltarme-. Yo no seré nunca parte de tu juego.
-Puedes decir lo que quieras, pero serás mía- toca mi barbilla dejándome congelada -Serás mía al precio que seas.
Después de la muerte de su padre, Sophia se ve envuelta en un torbellino de emociones cuando su madre anuncia su próxima boda. Determinada a vengarse, decide arrebatarle a su prometido antes de la glamorosa ceremonia, embarcándose en un peligroso juego de seducción. Sin embargo, lo que comienza como un acto de revancha pronto se convierte en una obsesión peligrosa que amenaza con consumirla por completo y llevarla a su propia perdición.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Olivia Abertton es dulce, divertida y cariñosa, la «niña de sus ojos» para su padre, Ernest Abertton, a pesar de ser hija de una relación extramatrimonial. Gabe Clifford es el director general de la mayor empresa farmacéutica del mundo. Inteligente, astuto, un hombre sin corazón, capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Pasó años preparando su venganza contra los Abertoon. Seguía siendo amable y alegre, incluso cuando todo a su alrededor parecía desmoronarse. Quería destruirla para poder saborear cada lágrima de Ernest Abertton, el hombre al que había dedicado su vida a ver sufrir. Ella estaba enamorada de su hermano. Él tendía la red y ella era la presa. De lo que Gabe no se daba cuenta era de que la venganza podía ser mucho más dulce de lo que imaginaba. Olivia, por su parte, nunca imaginó que pudiera existir alguien tan desalmado y sin escrúpulos como aquel hombre. Un deseo de venganza más grande que nada. Una mujer decidida a cambiar su destino. Un matrimonio tratado como un negocio. La utilizó como una forma de venganza contra el hombre que más odiaba. Sólo que no esperaba que conocerla sería su peor castigo.
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".