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La Sustituta Escapada quiere La Libertad

La Sustituta Escapada quiere La Libertad

5.0
24 Capítulo
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Yo era Isabela, la hija del ama de llaves, una sombra silenciosa en la grandiosa mansión Rivas. Mi vida transcurría entre trapear y recoger los pedazos de los cristales rotos de Alejandro, el heredero. Pero cuando su hermanastra Sofía se fugó, la furia de Alejandro se desató, convirtiéndome en su "asistente personal". Esa orden marcó el inicio de mi infierno personal. Fui el blanco de su ira, un objeto de humillaciones constantes y crueldades silenciosas en una jaula de oro. Lo peor llegó cuando, tras un embarazo del que intenté escapar, fui forzada a un procedimiento devastador. No solo perdí un hijo, sino que Sofía se aseguró de arrebatarme toda posibilidad futura de ser madre. El dolor físico era cruel, pero la imposibilidad de tener hijos me sumió en una calma helada. En ese instante, la última atadura se rompió; ya no sentía miedo, solo una resolución gélida. ¿Cómo la vida podía quitarme tanto, reduciéndome a un mero objeto de la crueldad ajena? Entonces, una idea se arraigó: Isabela Montes debía morir para que yo, por fin, pudiera vivir.

Contenido

Introducción

Yo era Isabela, la hija del ama de llaves, una sombra silenciosa en la grandiosa mansión Rivas.

Mi vida transcurría entre trapear y recoger los pedazos de los cristales rotos de Alejandro, el heredero.

Pero cuando su hermanastra Sofía se fugó, la furia de Alejandro se desató, convirtiéndome en su "asistente personal".

Esa orden marcó el inicio de mi infierno personal.

Fui el blanco de su ira, un objeto de humillaciones constantes y crueldades silenciosas en una jaula de oro.

Lo peor llegó cuando, tras un embarazo del que intenté escapar, fui forzada a un procedimiento devastador.

No solo perdí un hijo, sino que Sofía se aseguró de arrebatarme toda posibilidad futura de ser madre.

El dolor físico era cruel, pero la imposibilidad de tener hijos me sumió en una calma helada.

En ese instante, la última atadura se rompió; ya no sentía miedo, solo una resolución gélida.

¿Cómo la vida podía quitarme tanto, reduciéndome a un mero objeto de la crueldad ajena?

Entonces, una idea se arraigó: Isabela Montes debía morir para que yo, por fin, pudiera vivir.

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Recién lanzado: Capítulo 23   Ayer18:16
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1 Introducción
Hoy, a las 18:16
2 Capítulo 1
Hoy, a las 18:16
3 Capítulo 2
Hoy, a las 18:16
4 Capítulo 3
Hoy, a las 18:16
5 Capítulo 4
Hoy, a las 18:16
6 Capítulo 5
Hoy, a las 18:16
7 Capítulo 6
Hoy, a las 18:16
8 Capítulo 7
Hoy, a las 18:16
9 Capítulo 8
Hoy, a las 18:16
10 Capítulo 9
Hoy, a las 18:16
11 Capítulo 10
Hoy, a las 18:16
12 Capítulo 11
Hoy, a las 18:16
13 Capítulo 12
Hoy, a las 18:16
14 Capítulo 13
Hoy, a las 18:16
15 Capítulo 14
Hoy, a las 18:16
16 Capítulo 15
Hoy, a las 18:16
17 Capítulo 16
Hoy, a las 18:16
18 Capítulo 17
Hoy, a las 18:16
19 Capítulo 18
Hoy, a las 18:16
20 Capítulo 19
Hoy, a las 18:16
21 Capítulo 20
Hoy, a las 18:16
22 Capítulo 21
Hoy, a las 18:16
23 Capítulo 22
Hoy, a las 18:16
24 Capítulo 23
Hoy, a las 18:16
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