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Se que está mal. Pero es adictivo. Es peligroso. Y yo soy adicta al peligro. Es celosamente posesivo. Y yo soy su propiedad.
*CONTROL PARENTAL* no se dejen llevar por el primer capítulo, porque los siguientes capítulos estarán llenos de escenas con alto contenido explícito, palabras malsonantes, espero que puedas disfrutar de la novela, deja tu buen comentario, para mi seria un honor continuar escribiendo.
Me escondo detrás de mi madre al ver que aquel hombre se agacha con una sonrisa en sus labios.
- Vamos cariño, saluda a Richard, él no te hará daño. - Mi madre intenta sacarme de detrás de ella pero no lo consigue.
- Quizás deba presentarle a un nuevo amigo. - Habla Richard con una sonrisa para luego levantarse, y es en ese momento en el que noto que hay alguien detrás de él.
Es un niño que parece de mi misma edad, parte de su cabello cae sobre sus ojos azules, pero en su rostro podía notar que tampoco estaba feliz de estar aquí.
- Él es mi hijo Jonas, tiene 9 años, es un poco mayor que tu, pero estoy seguro de que podrán ser buenos hermanos.
- No quiero un hermano. - Hablo.
- Y yo tampoco quiero una hermana. - Jonas saca su lengua.
Rápidamente hago un puchero y las lágrimas comienzan a salir de mis ojos. Ese niño no me gustaba para nada, y no quería que fuera mi hermano, porque los hermanos se quieren mucho y no se hacen daño.
- Cariño, Jonas va a vivir con nosotras de ahora en adelante. - Mamá se pone a mi altura.
- No quiero. - Niego con mi cabeza mientras que las lágrimas siguen cayendo por mis mejillas. - Quiero ir con papá.
Mi madre hace una mueca.
- Cariño, papá ya no está con nosotros. - Acaricia mi rostro. - Será Richard quien estará con nosotras de ahora en adelante.
- ¡Quiero devuelta a mi papá!
Exclamó y corrió de nuevo a mi habitación, las lágrimas salen de mis ojos con furia, mientras que cierro la puerta con fuerza, extrañaba mucho a mi papá, un dia se fue un más nunca ha vuelto, todas las noches miro por la ventana para ver si regresa, pero no lo ha hecho y eso me pone aun más triste.
Escucho como la puerta de mi habitación se abre, y siento como alguien se sienta sobre mi cama.
- No llores. - Me giro rápidamente y veo a Jonas.
- ¿Qué haces en mi habitación?
- Me dijeron que te acompañara, pero yo no quiero estar aquí. - Se cruza de brazos.
- Entonces vete con tu papá, mi mamá y yo solo estamos esperando a que mi papá regrese a casa y seamos otra vez una familia feliz.
- No seas tonta, tu papá no va a regresar.
- ¡Si va a regresar¡
- No lo va a hacer. - Contraataca. - Escuche a escondidas que no quiere ver tu cara fea.
Mis ojos se humedecen aún más y meto mi cara en la almohada mientras lloro por mi padre. Él si me quiere, sé que él va a volver, Jonas solamente está mintiendo para hacerme llorar.
- Ya no llores. - Siento como coloca su mano sobre mi espalda. - Mi mamá también se fue.
Lo miro.
- ¿Por qué se fue tu mamá?
- Mi papá dice que Dios la necesitaba en el cielo, para que me pudiera cuidar desde allá arriba. - Señala a la ventana. - Mi padre dice que es la estrella que está al lado de la luna ¿Quieres verla?
Asiento con mi cabeza, y nos acercamos a la ventana, Jonas extiende su mano y dice:
- Es esa, le he pedido muchos favores y me los ha cumplido. - Dice Jonas. - Si quieres que tu papá regrese puedes pedirle a mi mamá que te lo devuelva.
- ¿En serio? - Lo veo sorprendida.
- Si, y así no tendremos que vernos más nunca.
Hago una mueca.
- Pero... Nuestros papás se quieren mucho, he visto en películas que cuando eso pasa nunca más se separan, no quiero ver a mi mamá triste.
Jonas hace una mueca.
- Las películas solo le mienten a chicas tontas como tú.
- Yo no soy tonta. - Frunzo el ceño. - Tu eres más tonto al creer que una estrella concede deseos.
- No es una estrella, es mi mamá. - Se defiende.
- Es una estrella. - Contraataco.
- No.
- Si.
- No.
- Que si. - Me mantengo firme.
- Te dije que no.
Jonas me empuja y caigo al suelo, golpeando mi trasero en el proceso.
- ¡Eres un bruto! - Exclamó para levantarme de golpe y tirarme encima de él para agarrar su cabello.
- ¡Tu eres una tonta! - Él no se queda atrás y agarra mis trenzas.
Y lo siguiente que supe es que nuestros padres entraron a mi habitación para separarnos, los dos estábamos agitados por la pelea que teníamos, y la verdad es que no me arrepiento de haber jalado su cabello, me dijo tonta y no podía permitírselo.
- ¿Qué pasa con ustedes dos? - Mi madre me mira furiosa.
- Tu no puedes engañarme, tú no eres mi madre. - Dice Jonas.
- ¡Jonas Smith! - Su padre lo reprende. - Quiero que ambos tengan en cuenta algo. De ahora en adelante ustedes dos serán hermanos, porque Nora y yo nos vamos a casa y ambos tendrán que respetarnos, les guste o no.
La habitación se sumerge en un silencio profundo.
- Yo no quiero ser hermano de este tonto. - Soy la primera en hablar. - Dijo que papá no va a regresar.
- Y tu dijiste que mi mamá era una estrella.
- Porque eso es lo que es.
- ¡Basta! - Dice mi madre. - Aurora, discúlpate con Jonas.
- ¡¿Por qué?! él me jalo las trenzas.
- Haz lo que te digo. - Me mira enojada.
Miro a Jonas, y el tenía una gran sonrisa dibujada en su rostro, estaba satisfecho por lo que me estaban obligando a hacer.
- Lo siento.
- Ahora Jonas, discúlpate con Aurora.
Era mi turno de sonreír.
- No lo haré. - Se cruza de brazos.
- Si no lo haces voy a regalar tu playstation con todos los juegos. - Lo amenaza.
Jonas me mira con furia.
- Lo siento. - Dice entre dientes.
"Haría lo que sea para salvar la vida de mi hermano" Esas fueron las palabras que salieron de mi boca una mañana de diciembre y el las escucho,Gabriele Romano, un peligroso mafioso cuya vida no es para nada recomendable, pero él me quería a mí, quería poseerme, y yo le dije que si. Y ahora quiere que lo llame "Papi"
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."