comida olvidados en la mesa, pero para mi sorpresa, todo estaba perfectamente arreglado. Olía a Jonas, a su esencia inc
ando los muebles oscuros, la decoración
eguntó Jonas co
girándome para verlo-. A co
e recordando el desastre monumental en el que habí
dijo con falsa indignación-. Mejo
s, esperaba una habitación de huéspedes común y corriente, con sábanas neutras y lo mínimo indispens
ué.
de madera clara, los mismos estantes llenos de libros, incluso el mismo tapete mullido en el suelo
ia Jonas, completam
hicis
metiendo las manos en lo
n lugar donde sentirte cómoda y... bueno, ya s
éndome extrañam
eer que perm
a tener que aguantar tu mal genio todos l
ero él la atrapó en el a
, sintiéndome un
la mirada, sintiendo una extraña calidez en el pecho. Qu
madurez -dije, mirándolo de reojo c
risa baja y sa
on despreocupación-. Sigo siendo el mismo h
s con una so
que no puede
ara algún comentario sarcástico como siempre, p
ula se tensó, su mirada se mantuvo fija en algún punto de la habitación, y por un mo
é, sintiéndome de
y la intensidad en sus ojos
baja, como si fuera un pensamie
pe. Un cosquilleo eléctrico recorrió mi pi
muré, riendo nerviosamente
e de una manera que me hizo sentir desnuda, como s
¿Por qué de repente
u mirada intensa hacía en mi interior, cómo un calor incómodo s
forma en que mi c
media sonrisa-. ¿Desde cuán
estaba tomando esta conversación, o más bien, no me
de pie d
resuradamente, agarrando
a la puerta, s
ur
a por un segundo,
iversión-. Tienes un bañ
pomo de la puerta cuando
que pueda tomar una ducha -d
disfrutando de mi incomodidad, pero no disc
o voy a espiarte... esta vez
errar la puerta con un portazo y apoyarme
nios acab
i estómago no desaparecía. ¿Por qué de repente Jonas me afectaba
Necesitaba despejarme. Me metí bajo el agua caliente, dejando que el vapor envolv
no lo
ontra la pared de la ducha, dejand
nera en que su voz sonó más profunda, más seria... como si en verdad le impor
recorrió a pesar
nses en es
rmana
utaba molestarme, que siempre estaba coqueteando
é sentía que esta
uerpo había r
cudirme la sensación de su cercanía, de su mald
pero la inquietud en m
eor de
de mí no quería q
justo por encima de mi ombligo. Me rocié un poco de mi perfume favorito, tratando de ahogar las sensaciones extrañas que aún rondaban en mi mente. Luego, pasé el p
o en el momento en que salía de su habitación. A
escuché c
in entender qué había
unté, levant
rezó, peinando su cabello
irada-. ¿Qué quieres hacer? Pue
ograba identificar. Algo en su tono de voz no me con
la frente con la yema de los dedos-. Pero no tiene
con los ojos entrecerrados mien
-dijo con sarcasmo-. Si no quieres eso, me
a probablemente la mejor opción, y no
cho mejor. Iré a mi h
habitación, pero antes de que pud
-dijo, bloquea
ntender a dónd
no puedes entrar a
aba eso de él, y menos con l
, dentro de tres mes
mo si hubiera di
evita que en
sonrisa de desafío apa
una manera de colarme, entonces. -res
eza, pero su expresió
dije
ca, su tono grave y firme dejaba cl
conocer chicos guapos -respondí con
a reaccionar, Jonas se movió con rapidez. Tomó mis caderas con una mano, empujándo
supe qué hacer. El impacto me hizo sentir su calor, su fuerza, y
del mío que podía sentir su respiración calien
jo con voz baja, su tono tan s
rla usual, ni la actitud desafiante. Había algo mucho más intenso,
ró, manteniendo esa mirada fija en
por un momento, comple
voz temblando, intentando ganar algo de con
ble, mientras movía su rostro tan cerc
o, como si lo pensara en voz alta-. Lo que no d
sa respuesta me golpeó más fuerte que cu
cómo mi respiración se aceleraba, cómo e
luego sonrió con una expresión
nteniéndose. -Solo me importa que entiendas que, aunque sea un idi
sus palabras, y una sensación e
usité, sin querer admitir que en el
rillando con algo que no podía identificar, hasta que fin
o parezco. Y a veces... tal vez lo
tre nosotros se cortó, y la tensión creció, pero esta vez era diferente. Ahora, h