Pasaban los días, ella con sus estudios de música, su fuerte vida y sus tantos problemas personales los cuales evadía de alguna forma u otra, ya había transcurrido una semana desde la última vez que lo había
visto, le escribió al celular y quedaron en verse nuevamente al día siguiente. Aquella mañana como cada una de las acordadas para encontrarse, Cristal amaneció con una gran sonrisa, se dio un baño, se
vistió, se roció perfume y luego salió a visitar a aquel hombre que tanto la cautivaba. Al llegar lo beso, el apenas despertaba. Él, la abrazo con la ternura de alguien que pide que no lo dejase jamás, le dijo ven linda
acuéstate aquí a mi lado. Ella enseguida lo hizo, lo miro aun el acostado y comenzó a acaricia su cabello mientras preguntaba cómo le había ido aquella semana, explico que se encontraba ocupada y por aquella razón no había vuelto antes más aun así todos los días pensaba en cómo se
que realmente
ncontraban solos, no ha
lugar; vieron una película mientras ella continuaba acariciando su cabello, hablaron de sus vidas de porque él había escogido el violin como su instrumento, de cómo se encontraba el hijo de Cristal, de cómo
muchas cosas que ya ni
Se besaron, aquel beso desencadeno una serie de besos que se fueron descontrolándo cada vez más, en aquel momento aquellos besos la llenaban de pasión, de sensaciones que ni ella podía explicar, solo sentía como cada parte su piel se erizaba al tocarla, besarla. De beso en beso se fueron quitando la ropa, los nervios la tenían cada vez mas
aterrada. Quizás sea solo esto, quisas esto es lo que el quiere solamente, estar
conmigo, utilizarme como cualquier hombre utilizaría a una mujer si quisiera solo estar con ella en la cama, ¿sera? ¿Será solo esto lo que quiere? –pensaba Cristal mientras su cuerpo iva desnudándose al sentir de sus pieles unirse -- Quiero, no debo, lo sé, esto no está bien, se podría decir que
prácticamente no lo conozco, pero solo con mirarlo me lleva a otro mundo, ¿que hago dios? –se preguntaba en aquel momento-Ahí estaban los dos totalmente desnudos en una casa en donde no se encontraba nadie, el empezó a besar su cuerpo; por el estado en que se encontraba realmente no se podía movilizar, de esta manera solo se
encontraba acostado mientras ella reposaba su cuerpo sobre el suyo para darle un poco mas de calor; sus manos iban recorriendo cada parte de su cuerpo, como un buen violinista sabía muy bien cómo
utilizar sus manos, él sabia como recorrer cada milímetro de aquella pequeña silueta e incitarla a hacer lo que el quisiera, ella lo besaba se entregaba en cada beso en cada caricia, luego de unos minutos de besos descontrolados Intento penetrarla pero ocurrió la cosa mas humillante en el ego de un hombre, su querido amigo no reacciono.
¿Qué pasa amor? –dice Cristal un poco confundida-
– responde Alejandro co
st
Apenado el ve su pene como un niño decepcionado, su cara era la cara de decepción mas graciosa que Cristal había visto en su vida, en un momento esperando que su pene reaccionara de manera correcta hablo con "el".
--¿Que paso, me vas a defraudar hoy? ¡Vamos reacciona!. –decía Alejandro- En aquel momento Cristal no podía aguantar las muchas ganas de reírse que esto le causaba, era normal escuchar que un hombre de más de 40 años aquello le ocurriera, mas que le ocurriera a un chico de tan solo 18 años era un poco extraño, pero lo que realmente le causaba risa era el hecho de que él le estuviese "reclamando" a su pene porque no podía erectar en aquel momento.
Al final de la tarde se encontraban ellos dos sin poder hacer nada, mas aun se encontraban uno junto al otro; realmente lo que habia ocurrido no le preocupaba a cristal ya que ella solo necesitaba estar a su lado para sentirse bien, el entregarse corporalmente quisas hubiese sido algo muy satisfactorio para ambos en aquel momento pero sin asi planearlo hubo una entrega superior a aquella, por lo menos de parte de Cristal.