or aquella pena que revivió por recordar por aquel momento mientras María por el hecho de ese momento, ahora s
da, algo que no era precisamente María era como si aquella frase vieja dirá vida en ambas niña "Los opuestos se atraen" no solo en el amor se p
e Nelson el cual este al momento de verla le regala una sonrisa amigable ya que era el turno de ella y la de su compañero irse a su salón. Emilia sonríe un poco a medida que caminaba no sabía el porqué pero la sonrisa o simplemente que ese niño le hablara le agradaba mucho. Cuando todos los niños del salón de Emilia ya llegaron a la puerta de su salón correspondiente la maestra ve primero a sus estudiantes asegurándose de que ninguno faltara. Pero al momento de ver a la pequeña E
portan bien, quien se porte mal Nicol los anotara en el cuaderno -. Decía la maestra mientras ve como l
taba confundida pero la maestra a ser alguien mayor le tenía algo de miedo preguntar. Cuando ve que la maestra la lleva a uno de aquellos salones que estaban apartados al resto de salones. La puerta estaba pegado algunos dibujos que decoraba la misma, Emilia ya comenzaba a entender un poco, ese salón
son un poco inquietos-. Decía una mujer que estaba guardando algunas cosas en la gaveta de escrit
tica no es muy hábil así que decidí traértela a ver si puede entender contigo, Rosario se que estas ocupad
cosas pero en todo era mucho. La maestra Rosario ve a la pequeña para luego sonreírle amable algo que no alivio a
ce la Rosario con calma mientras ve a la pequeña -. De aq
, Emilia ve a Rosario la cual le pide cortésmente que tomara asiento, algo que Emilia obedeció y se sentiente en algunos
no -. Decía la mujer mientras se sienta
ue la niña escribía letra por letra y de una forma pausada como si tratara de juntar las letras en su mente para poder escribirlo después. Así fue durante un largo rato cuando acabo de dictar comenzó a poner a la pequeña a que le leyera un cuento corto para poder saber que tan rápido o lento leía la