acía algo. No tenía la menor idea que lo que me había sucedido. Al llegar a su casa bajamos de la camioneta, entramos a su casa. Rodrigo se veía feliz aunque trataba de disi
cía que dormiría en el piso y yo que ha
e -le dije luego de tratar de olvidar lo qu
o te preocupes, estaré b
iente entonces par
bue
pero antes te vas a quitar toda esa r
ado mis lágrimas y cuando me di vuelta, ¡Dios!. Rodrigo tenía un cuerpo hermoso. Nunca imaginé que mi vecino algo nerd tenía el cuerpazo que me llamó demasiad
la camisa. No sé cómo pasó, pero resbalé y mis manos t
su cabeza apenado y me di vuelta, pero me detuve. -¿Qué sucede? ¿Te he incomodado? -me preguntó. Voltee a mirarlo y me acerqué nu
s? -le pregunté s
o tú -me dijo
¿Por
ntando cómo est
s tem
es temblar, esa es la
, ¿Po
no es obvi
ué
io vuelta y luego volteó a mi
o no lo ves? ¡Por Dios, Na
lo por unos segundos. Se puso a llorar y me sorprendió ta
go -le
e? -me dijo
ta y míram
erme pensar o sentir
date
nte con la cab
ír
. Se limpió las lágrimas. Se veía ta
te he ignorado y siempre
viene to
me te
ijo y bajó
un gran chico y cualquier chica estaría feliz de tenerte c
ro q
to lo mi
do, saqué mi brazo y lo tomé por la mano. Lo jalé con todas m
contigo -le dije termina
su olor varonil me hacía alterarme de todos esos recuerdos horribles, incluyendo lo de Sebastián. Sentí que era una maripo
? -me preguntó emocionado, como si para
morarme de ti -le dij
de besar, no entendía el por qué, no sé si lo hacía por despecho o porque realmente lo quería. Lo que sí era cierto, es que, aún sentía algo por Sebastián, a pesar del mal momento que me hizo pasar. Pero aquel
ares, Rodrigo, p
acerte daño,
nes sexuales? Yo
s hacerl
S
tiendo, si apenas y me
rque no te cono
e de mí, Natalia, no sientes nada
od
rta para salir, pero antes dijo unas
ero ocultar mi cuerpo y aparentar ser un nerd a conseguir a una chica que se fije en mí por mi f
e pasa? ¿Cómo pude invitarle o tentarlo a tener relaciones sexuales conmigo? Él quería pero no sexo, sino hacer el amor. Me desconocía por completo. Si mi padre estuviera
omper la virginidad de ambos. Yo tenía estrés y él también, ¿Estrés? ¿Y de qué? Pues ambos queríamos ponernos de pie, olvidar lo que es hacer el amor con amor y hacer lo que nuestros cuerpos sentían y querían. Rodrigo quería una relación sería, pero la seriedad la perdió
al nació aún más cuando lo sentí dentro de mí. Parecía loco esto pero a la vez hermoso. En mi mente gozaba pero también reía, ya que esta era nuestra primera vez. Y es que, lo que parecía para nosotros algo desconocido, hizo olvidar nuestros no
mo -e
dijo mirándome con ternur
ció de
nsar que al llegar el día, su madre n
estábamos conociendo. Desperté primero que él, no lo podía creer. Se veía tan tierno y hermoso con sus ojitos cerrados, su boquita rosada y su carita de ángel. Solté una risa, me puse
marché borrando la felicidad de mi boca. No me percaté que mi mamá me vio salir de la casa de Rodrigo, ¡Rayos! Estaba en sábanas. Su cara que no vi era de gran impresión. No sé si era decepción o alegría, pues al entra se retiró de la ventana y me dio los buen
dije sin sabe
la casa en sábanas? -me preguntó mientr
besando mi cuello mientras yo gemía de felicidad y placer. Mientras estaba dentro de mí ha
! -exclamó-, ¿Te sucede algo?
a de mi color favorito, me salvó de quedar en evidencia, que había perdido la virginidad. Rodrigo me estaba volviendo loca, no encontraba explicación alguna a lo que me hacía sentir y a lo que me estaba acostumbr
má, estaba pen
En q
, ¿Qué hicist
nqu
un baño. Huelo a zorro viejo -le dije subiendo
ntre esas sábanas espantosas. En mi cuarto me quité todo, desnuda entré al baño y mientras lavaba mi cuerpo
ado, algo que lo alegró mucho, ya que estuvo pensando en mí, tocándose su cuerpo cerrando sus ojos. P