chica frente a mí. Ella también es muy alegre. Es extremadamente alta, muy rubia y muy atractiva, y parece que acaba de salir de un anuncio de perfum
-Ahora soy Patricia-. Cristina, el tiempo p
lla, -¿Me vas a llam
, pero a veces, así es la vid
-No lo dirás por ti misma.
tamos? -me pregunta-. Te invito a un refr
ida terraza de una cafetería-, pero, si no te importa, preferiría un bat
e la chica que sirve las mesas. Da la impresión de estar rodead
a biblioteca o charlábamos en los jardines del campus. Siempre me pareció una chica un tanto extraña, que apenas hablaba de su familia o de su vida en el pequeño pueblo de Lleida de donde era ella. Sólo supe que su origen era humilde y estudiaba gracias a las becas, pero poco más. Aun así,
nta Patty-. ¿Cómo te v
suspiro-. Puedes decirlo. Esto
tá deshecha y, al lado de mi amiga, parezco una auténtica fracasada. No podemos contrastar más, pues ella va vestida con un ajustado vestido estampado y unos taconazos de vértigo a jue
ués de darle un sorbo a su vaso de té frío-, pero,
con la cuchara en el recipiente y he llegado al ch
dice-, seguro que p
a esquina? Pues acaban de rechazarme por vieja, porque estoy a punto de cumplir treinta años. He tocado fon
ace tres años también me vi sin trabajo. Únicamente encontraba jornadas interminables a cambio de unos pocos
ando su vestido-. Parece
n -sonríe-. Me
miserable -gruño al tiempo que vuelvo a coger con la cuch
entras en buscar dentro del ámbito conocido
, de que me den con la puerta en las narices, de ver cómo mis pocos a
rabajar para la agencia en la que t
igo entusiasmada-.
abase de abrirse una gruesa compuerta que no dejaba
ta-. Puedo hab
la con cuidado de no mancharla de chocolate-. Y ¿en qué trabajas? Debe de se
en tanto personal. Únicamente admiten a gente que nosotras,
. Aunque a estas alturas podrías decirme que teng
nquila -ríe-. Trabajo en una ag
tú d
atido colgaba en el aire. No creo que nadie pueda moverme en este momento porque me
s accesorios, su piel impecable, su hermoso cabello rubio brillante y su maqui
-gritar-. ¡Abrí mis pier
torno. Afortunadamente, todos siguen hablando o usando sus teléfonos sin darse cuenta de nosotros. Soy una chica de
i se puede identif