s cierto el
nto de tirar a alguien del doceavo piso de Publicity Harr
do el diseño para es estante en parís para trabajar ilumina
a – sé que me escuche grosera, pero espromiso con Mateo; si fuera una situación normal le respondería, pero la verdad es que la situación es de índole delicado, nunca
l tema, en cambio estábam
nto focal, en la parte superior deberíamos colocar unas decoraciones con nilón iluminación con colores tierra para crea un ambie
sa? – le
do en la empresa contaban con que lo lograra, ya que el año pas
ú cr
lagos ayuda a mi propia visión sobre mi persona, yo crecí siendo
aptitudes deportistas y todos la aman, pero por alguna razón nuestra relación nunca fue unida por la diferenber cómo me encontraba; al parecer mi madre les prohibió a mis hermanos conte
dre debería quererme y confiar en mi incondicionalmente, pero el hecho que no lo haga y que m
realizó, él entendió que estoy trabajando en algún restaurante de mala fama, no lo saque de su error; porque la verdad no quie
de cambiar en menos d
ienes pensado? –
medidas y las entregues en producción, necesitó que sea de vidrio de un cuarto, de pr
e necesites Emma? – me pregunt
e encaminaba hacia mi escritorio, mi oficina no es muy grande, pero poseo una rép
es que puedes confiar en mi para lo que sea, además de tu as
s, sabía que podía confiar en ella, pero la situación era po
l concurso Desing's, no los encontraba, de repente veo delante de mi escritorio y observo que
ente estoy inclinada alcanzado la última hoja que se escondió debajo
nocer al señor González me levanto de un salto, el problema, olvide
apresuró a levantarme, me tomo de la cintura y me sentó
rte así – me dijo con su voz teñida de frustr
r su voz – le dije mientras me sobaba el golpe, demonios enserio dolía, me sentía mareada
e – te duele acá – en ese momento apretó la zona hinchada y yo pegue un gr
por favor – le dije mientra
para que te revise – dijo sin soltarme manteniendo su mano en mi mejilla y mirándome
nó su rostro; claro no todos los días entras al despacho de tu jefa y la vez encima del escritorio co
la situación cuando de r
ra como si fuera la octava maravilla del mundo mientras sus mejillas se teñían de un rojo fuerte, yo salí del
dame los papeles – le extend
jo tratando de aparentar profesionalismo, pero la conocía y la presen
z cerrada la puerta me dirigí otra vez a mi
ctor, le llamare qu
r a mi hija – le dije mientras trataba de ord
igo que es doctor, tienes muy hinchado es
on mi sueldo y los gatos por abogado y papeleo debido a la adopción, no me puedo pagar la c
a su hija – me dijo con los dientes apretados, lo
mi tableta y un tubo con mis diseños. Mateo al
miraban sorprendidos, es obvio que saben del artículo y están confundidos, nuestro jefe nunca ha tenido una re
er a nadie, una vez en el ascensor, note que éramos los únicos en é
r hacia la recepción nos despedidos de Andrea, ella es la recepcionista gen
aparcamiento
vehículo? –
bía vistos años mejores; cuando volví para ver a
r Dios!, ha de ser un milagro que arranque – me dijo,
darnos el lujo de cambiar de carro – le dije e
no es seguro para transportar a un bebe – ante ese argume
amos a cambiar una vez naciera Paula, pero como vera los gastos de hoy solo los llevo yo
o hasta que dijo – tiene razón, pero
ción y nos vemos allí – él
í que le hice caso y se las entregué, él levanta la mano y llama a su chofer, q
se aparta su chofer se va con mis llaves y veo que se las entrega a alguien más,
Javier se llevará tu coche no te preocu
coche y nos vemos en mi departamento – él solo se limita a mirarme como si le sorprendi
arte baja de mi espalda pegando me prácticamente a él, no puedo ni respirar por su cercanía – com
mbre está loco, ¿Cómo se le ocurre invadi
a me encamina hasta la limusina
señor González– repitió la acción con Mateo, espero a que subiéramos
señor? – preg
? – me pregunto vol
a Green, en la
uchaste
se
io y nos incorporamos al t
me pregunta, me vuelvo a sentir enfadada, no sé lo
s y las únicas guarderías que están cerca poseen mala fama por m
o mi respuesta, unos instantes después me siento algo marea
e dado cuenta de mi malestar, traté
n poco
ando a la guardería, una v
ho – antes de abrir la pu
hasta que él salió de su lado del auto y lo rodeo para abrirme la puerta, es
a caminar hacia el edificio, al llegar vi a Nadia, la niñera, ella tenía a Paula en s
vino a mí, una vez en ms brazos la coloqué en mi pecho y le hablaba al oído para que supiera que ya había lle
a él le dolía verla con la niña, ver lo más agr
ser querido así, pero también sabía lo
poco, cuando noto la
le pregunto Nadia con ojos brillantes,
cias – le dije – gracias p
rapata por cómo me sujetaba – adiós señor – ahora se despidi
llegar a la puerta, Mateo me agarro l
ocasiones en las que se pasa de irrespetuoso, solo de pensar la vista que le
a, le enseño mis dedos y luego se los escondo, para un adulto
trato de no prestarle mucha aten
egamos
ae, y si efectivamente ya
nos viera así pareciéramos una familia, pero esa idea está muy lejos de la realidad, nos despedimos de Robert y entramos a un vestíbulo, que
endo de la conversación que tengamos al