volución de las corrientes de las profundi
ra es mi tipo. A mi me van más las morenas, las chicas que fingen ser
uiero doblegar esa rebeldía, cree que no me doy cuenta de la rabia en su mirada cada vez q
disfruta del miedo reflejado en su mirada. Solo que ella es diferente, ella da
ar de ella de una cadena como lo hago esta noche. Pero la realidad es que no me importa, si aun
o supiera que la quiero tener en mi cama no la hubiera comprado. La verdad no pensaba pagar el dineral que Mi
risa la rubia que esta con su
tal y luego de verme reflejado en su mirada un sabor agridulce se apoderó de mi boca. La rabia del momento me cegó, estoy c
rean libres de hacer con tu territorio lo que gusten. Si lo permites hoy son tus territorios,
y me pongo de pie para ir a
s ojos como pocas veces lo hace. Me coloca una mano en el pecho y me empuja haciéndome caer nuevame
o quiero comport
por que se que está bajo el efecto de la pastilla y que como toda c
pastillita mágica deje de hacer efecto vas a
hacer lo que de verdad quiero -roza su nariz con la mía y me
sus caderas sobre mi. Dios es testigo de que intente contener el animal que llevo dentro, pero los m
no existe por que al montar encima de mi debió quedar en sus caderas. Tomo su cabello suelto con mi mano haciendo una
tan hermosa como siempre a sido y cualquier excitación que tengo desaparece. Tumbo a la rubia a mi
a rubia de pies a cabeza y suela una pequeña risa- Siento
á Leila -o
a de las tantas propiedades de nuestra familia, los Campbell y es que tengo una reu
aproxima para pararse a mi lado cuando me detengo fr
s con tres chicas -me indic
os la reunión, esta vez no Celina -veo de reojo c
quede la rubia, si, tu mirada lo dice
e acostumbramos a tratar Celina,
, por que después de todo lo sucedido no me lo cr
trata de negocios con hombres jóvenes prefiero que se mantenga al margen. Las esposas no se tocan, pero cuando se trata d
puedo evitar mirarlo, vino a un club nocturno con traje y claro que como es una noche
n su idioma como una clave para que sep
e una seña a una de las chicas a su lado y esta pasa a esta
cuello de mi camisa me mira fijamente y me regala una sonrisa se
do o al menos comprometido -suelta una
nte para reír luego por tan
s tener más de una mujer cerc
a Armin hasta la entrada de la sala vip y no me sale de la cabeza la imagen de Leila sonriendo a ese chico que no le quitaba el ojo de encima. Po
e indique con la mano al chico que se encontraba aun hablando con la rubia que viniera. Se acercó
-le ordené en un tono severo que denot
rdadero problema con la que dice ser la justicia matar a
obsequio -su mirada brillosa recorrió el cuerpo de Leila con ad
óxima -tomo la cadena sombre el sofá mientras continuo hablando- Conseguiré
ste club, no importa si anda por el lugar sola siempre y cuando lleve la cadena puesta sabrán que tiene un dueño. Las reglas
e arreglar -inconforme con mi respuesta
e significa que entendió que si no hace lo que le digo hay consecuencias. Me tiro
e una pausa para tomar el Martini de la bandeja que le ofrece
ede escucharlo incluso aun que vaya a morirse y
n poco, dejemos los ne
ar los dedos y que colocaran la música en la sala un poco suave, observo a
la tomo por las caderas mientras ella besa mi cuello y cierro los ojos para dejarme llevar. Vuelve a m
quién está junto a mi y todo se arruina cuando p
ado? -tiene una voz ronca que entorpec
La chica se levanta con los ojos abiertos como si nunca hubiera visto una de estas, quizá sea el miedo
-le exijo y con la boquilla de
a risa y sigue con lo suyo. Se está besando con ambas chicas que no dejan de tocarse entre ellas
la lencería sexy que trae debajo. Mi mirada se dirige a la puerta principal que se abre, veo a la rubia q
cha. Me encanta saber que no tiene miedo de hacerme enojar, que me desafía
amino hasta la barra de bebidas, observo al chico que enseguida me empie
observo servirme tanteo mis b
y mientras siento el vicio pasando a mi
poniendo una pausa a esas zorras que están tan
spondo y veo como se acerc
a cuando ella comienza a tocarlo- si no te importa Bastián
tuyo -suelto el humo ahogando una
peligroso mi querido Bastián -le da un
-respondo alejándom
as mujeres es que se abran de piernas y giman tu nombre hasta hacer que te corras. A mi edad quieres u
día a día. Desde que esa mujer se alejó de mi vida me volví esto que soy, no se como llamarme a mi mismo, algunos me dicen que no t
er a experimentar esa sensación de aventura y de adrena
de una rubia al estar de espaldas, pero ninguna ni siquiera se le iguala y no logro encontrarla. Pensé que podría e
que me da tanto asco entrar. Paso una cortina negra y luego una roja, camino por el pasillo largo donde esta lleno de habitaciones que no tienen pu
go miro al chico que está sentado platicando con ella. Maldigo tener que verlo, Mi
su rostro y en cambio me regala un gesto de desprecio. Por su parte Milán me mira restando i
y quisiera saber si algún día me quisieras acomp
stoy aquí -digo sentándome en medio de am
amos teniendo una conversación -protesta la rubia m
o te educó así -
an hablando, vamos Leila -le o
si hubiera dicho el mejor chiste de mi vida y no
e corresponde estar con ella -se mofa cruzando su pierna por encima de la otra- Cuando
quí -presiono mi quijada y saco mi teléfono- Te voy a
fiere la rubia rápid
trás con mis aires triunfantes una vez más. Cuando pasamos por el área de los fumadores Leila tomó una de esas pas
ue te soporte -me analiza de arriba a abajo con un ges
y la tomo por la muñeca obligándola a seguirme. Salimos del club,
yo soy quién mando y que no importa cuanto quiera resistirse
nosotros y es muy irónico que sea él quien nos