rme de esas maneras y amenazarme como si fuera mi dueño. Ni en esta vida, ni en la que sigue, no existe hombre
cto rostro. bufa como pocas veces lo e visto. Entiendo enseguida que esta vez su molestia es verdadera, Bastián no es el tipo
na guerra solo por tus juegos -levanta un poco la
contigo y -lo miro desafiante, con un toque de picardía y suelto una pequeña sonrisa que le
or las muñecas y me pega contra la pared-. Te estas confundiendo, no te quiero cerca de Milán por razones completamen
o sería algo fuera de lo común para él. Bastián está acostumbrado a tener el control sobre todo,
en el gran pasillo de la mansión. Tomo el cuello de su camisa blanca esta vez soy yo quien l
e contengo por que en estos momentos acaba de herir mi orgullo. Nadie nunca me va a llamar fácil, mucho menos por
ofetada Leila -dice entre r
dudarlo estampo mi mano contra su mejilla y le demu
í -gruñe toma
aza sus dedos a mi cabello. Abro un poco mis labios y solo sale el aire caliente, me
hó la sexy voz detrás de nosotros y al apena
me coloca detrás de él-. Cuando pasa por esa puerta Milán, no
tus manos -se para frente a él y lo toma por la camisa-. Bas
llamó hace un rato fácil y ahora me ruega con la mirada que me quede con él? Estoy en medio de un fuerte
que sea ella quien me mire a los ojo
quiero lastimar a ninguno de los dos, Bastián por su parte siempre se muestra tajante y frío, es todo lo contrario a Milán. A pesar de que am
las estrellas a la persona que tiene a su lado. Siempre tiene en cuenta lo que tu quieres, s
ue quieras gemir su nombre con tan solo tener sus labios cerca, es un chico con el cual ni siquiera se puede tener una conversación si
que ambos me ponen cachondisima. Me gustan ambos y es por eso que no se
le toco la mejilla-. No puedo irme
te deja por los suelos -gruñe con las lágrimas a punto de caer por sus mejillas-. No te valora, no t
dijo claramente que no soy una mujer de la que se enamoraría. Quiero decir que me valoro como de
muy mal perdedor Milán, hay que saber aceptar cuando una mujer
que pese a todo Bastián no deja de ofenderme. No solo por que me haya dicho fácil, sino que ahora tambi
o puedo dejar mi orgullo a un lado, por mucho que me guste Bastián no puedo permitir que me
se vuelve perplejo y obligo a que Milán se detenga
enamorarse y no voy a enamorarme de alguien que no esté dispuesto a darme la mitad de lo que doy yo -dibujo una media sonrisa al
ue le remarcaba los hoyuelos llamó mi atención y justo cuan
é que te arrepientas cada día de tu vida
ionan en una mujer como yo -respiro hondo al vol
son amenazas -gruñ
tía floja por que aunque le haya hablado llena de rabia y de valor la verda