como reaccionar ante aquel
s asombrada por el hecho de que fueran hermanos. De todos los escenarios que po
era el descaro de Liam por presentarm
,repetí en
n entrado y el primero se empeñaba en autotitularse mi dueño y el s
hetada mental y reaccioné presentando
milia como tu novia? -lo ví alzar los hombros y me giré resoplando hacia su hermano -Y,tú -¿cuál era
arándose para ver algún espectáculo en vivo. El muy cachondo había dado la vuelta con norm
d , con la piel blanca pero un pelo castaño que hacía un contraste matador con aquellos ojos azul
egadora que parecía que brillaba y hacía resaltar aún más el azul
ando mis brazos en jarra, esperando una res
nombre aún desconocido para mi -¿q
ce muy serio. Como si de verdad se c
podía abr
?,señor... uhmm- señalo con una mano insta
satisfecho usando como si
-número uno, yo no le pertenezco ni le perteneceré jamás a nadie -afirmo y levanto mi siguiente dedo -y dos, su hermano y yo no somos nada ,el resto de la historia se la contará él, que par
que el rubio de ojazos azules no haga ningún intento por
ue tan poco conocía deseosa de salir de allí
i móvil sonar indicando la entrada
s me pertenecías y así sigue siendo, pero te dejare jugar un rato más
y el móvil amenazaba con caer al suelo de los nervi
había e
or , ¿cuánto tiemp
e huir de los hermanos ojos azules y el rubio que se cree mi dueño, a dispo
latidos a más de ochenta pulsaciones y mis manos temblaban sin parar. Los ojos
venía el mensaje era número oculto, clar
tocaba mi ansiado arcoiris, mi destino se hacía presente una vez más recordándome que ya estaba senten
ue me indicaran dónde había un baño, tenía que calmarme
me indicó en esta ocasión un camino al final de un pasillito lateral que me llevaría
sentí el pitido del móvil indicando un nu
día luchar esta batalla sin toda
ndolo ví que el mensaje era de la señora Estela Menphis dándome la enhorabuena p
se otro amenazante mensaje de aquel psicópata y sent
quedarme y empezar a esconderme otra vez. Era un poco miserable y casi nada profesional usar mi nuevo empleo para mi propio
hicieran falta con tal de no volver allí, la
yo. Tenía que tomar las riendas de mi f
e a la mierda volviéndose completamente gris por
e avecinaba. Los sucesos perturbadores que aún estaban
arece que no mueren, días en que sienten que están empantana
s y lo peor es que no acaba
desorden pero solo puedo pedir disculpas y dejarlos g