Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1148    |    Actualizado en: 19/12/2025

Al

me cegaba. Mi cabeza palpitaba. Estaba en una camilla

i voz áspera-.

édico en voz baja-. Están al final del pa

adre. El hombre que había

su rostro pálido y demacrado

cía. -Su voz era

ndome. Una ola de mareo me in

palabras, a

ena, Alia? ¿Arrastrar a nuestra

apando de mis labios-. Ya no hay "nuestra familia

se endu

ás exagerando. Giselle e

ente cuando inten

a un gruñido-. Se acabó,

suspendida en el aire. Su

o? Alia, ¿ha

io. Se acabó. Me ll

pero con un brillo inquietante en los ojos, entró flotando

horrible por todo esto. Mi cabeza... simplemente me duele terribleme

Su actuación

veneno-. Casi le rompes el brazo a mi hijo. Lo met

ojos se abrieron

dijo que mi amnesia empeora cuando estoy estresada. Tú solo... estás empe

rodeándola con un brazo. Me fulminó con la

arlos. Sus ojos, generalmente tan suaves y perdidos, eran penetran

ue ha atormentado sistemáticamente a mi hijo y a mí desde que regresó a nuestras vidas. No la mujer

ió, su cuer

niño tan fuerte y valiente. Leo... bueno, él es tan sensible, ¿no? Se asusta tan fácilmente. -Sus pa

oz ahora un susurro agudo-, eres una madre terrible

ngre

nes derecho a hablar de mi

e agarró la cabeza, s

! -Se tambaleó, colapsando

odo protector total. Me empujó,

de espaldas a mí-. ¡Alia, mira lo que has hech

, un nuevo dolor abrasador se

. ¡Es un monstruo manipulador, Carlos! ¡Y tú estás demasiad

sus ojos

ti, que pareces prosperar en el drama. ¡Tú estás causando todo esto! ¡La e

le, ¡sí! Pero es amable. Es cariñoso. ¡Es nuestro hijo, Carlos! ¡No un r

tro se

a recorriéndome con desdén-. Lo estás malcriando. Lo estás haciendo débil. Y si crees que me lo vas a quitar, estás muy equivocada.

latido en mi codo. Me sentí débil. Pero en medio

rlos, soltó otro suave gemid

arlos. Siento que

la levantó en brazos, i

a a tu habitación, mi amor

unfantes, se encontraron con los míos. Un destello de cruel satisfacció

amenazarme. Cree que tiene todo el poder. Cree que sigo siendo la mujer inge

ocado. Muy

encia y éxito, estaba a punto de aprender una lección muy dura sobre su

cuidadosamente negociado por mi astuto pero silencioso abogado de la Ciudad de México, cláusulas que aseguraban la custodia total de cualquier hijo nacido de nosotros, junto c

lo que necesitaba. Y lucharía p

él ni siquiera

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY