vista d
ose el costado de la cabeza. Tenía la cara sonroj
enda con desdén, sin siquiera mirar
tropezar a Sofía a propósito. Ella había caído con fuerza, golpeándose la cabeza contra el borde
hón del tamaño de una pelota de golf detrás de la oreja. Y le promet
estimando mis palabras com
hacerlo tú. Eres su madre, después de todo. -Rebuscó en un bolso de diseñador-. Te
o, brillaba burlonamente en su mano. Sofía solo lo miró, luego v
z tensa por la rabia contenida-. Quería un vestido. Un
piró dramá
. Deberías enseñarle a apreciar lo que tiene, no a codiciar lo que otros poseen. -
lores, tirado en la alfombra blanca impecable. El último capricho desechado de Da
excelente exposición para ti, Karla. Restablecer tu carrera. Ayudarte a recuperarte después de... bueno, después de todo. -Sonrió, una expresión empalagosa
eló la
r un taxi sin pedirle dinero. -Recordé la cuenta bancaria vacía, las tarjetas de crédito congelada
, un momentáneo destello de so
r responsable, querida. Pero estoy segura de que estaría feliz de d
nerada? -me burlé-. No, gracias. Sofía neces
hizo un
vistiendo harapos. -Se dio la vuelta para irse-. Honestamente, alg
fía a mis brazos. Su peque
i amor. Mami
frío -susur
ión. Era de ella, un costoso dispositivo de grado médico que Julián había comprado cuando tuvo neumonía
, caminand
Brenda. Su respiraci
quiera se di
está usando para su gecko. Es mu
obre el humidificador, pero la publicista de Brenda, que había
z, por favor. No h
quemando la espalda de Br
ejo cuarto de almacenamiento que Julián nos había asignado-, la casa se llenó de risas y música.
que me partió el corazón. Recordé el humi
la habitación de Damián. Luego, silencio. S
! ¡Mi prec
Julián corriendo hacia
con fuerza. Por f
Ya había vivi
respiración ahora su
r, ¿est
, las lágrimas cor
o respir
cador. Corrí a la habitación de Damián, abriéndome
o una lagartija sin vida. B
dificador demasiado a
ispositivo. Estaba empapado por dentro, el
apenas
es el momento. Da
ar, Julián! ¡Y tu hijo
praré uno nuevo mañana. No es una crisis. -Su tono e
os de Sofía por aire me devolvieron a l
eó y luego se apagó. Alguien había manipulado la bat
a atr
esperada por una salida. Sin señal. Ju
aba de publicar una foto: "¡La pequeña broma de Damián! ¡Ups, par
ficiencia en su rostro, sosteniendo un par de p
e. No fue un accide
lián lo sabía. Tenía que saberlo. Lo
n que
iles. Su pequeño pecho se agitaba. Sentí
ia. Había logrado enviar un mensaje de texto confuso a un
n corriendo, una mujer con una b
Beatriz Adame. Recibimos una llamada de auxi
ranquilizadora. Un faro
r! -dije entrecortadam
ron rápidamente a Sofía, l
evarla al hospital. Y e
bía vaciado nuestra cuenta conj
cartera. Vacía. No tení
mudeé, mi voz temblorosa-. Mi esposo.
ó el alboroto alrededor de Julián, que ahora ll
dijo, su voz firme-. Lo resolveremos.
vi a Julián en su teléfono, ajeno a todo. In
or completo: una alerta de noticias. Julián acababa de publicar una foto de él y Brenda
l lo sabía. Tenía que sa
silencioso escapando de mi
ngustia, me puso una mano
rez. Vayamos al hospita
un rostro amable en
amente, las lágrimas final
lenos de una determinación silenci
fermeras me presentaro
inmediato por la admisión d
ltas. No tenía nada. Julián se habí
sentimiento se instaló en mis entrañas. Efectivamente, una nueva publicación: "¡Vida de jet priv
do. Nos había de
i estómago. Esto era todo. Este e
fermera-, ¿hay algo... que p
ven de rostro amable
ento. Política
mento, la Dra.
gún prob
e cubrir los costos iniciales,
ame se endureció. Me mi
lo a mi
a cabeza
Qu
, su voz no dejaba lugar a discusión
s corrían p
.. ¿po
pequeña y tr
a, simplemente tienes

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