ítu

s de Dimitri Ivanov y el cargamento oculto en los contenedores oxidados. La luz de la

do cada sombra y cada movimiento. Al parecer este sabía que algo estaba mal; ya que la calma era demasiado forzada. P

irando apenas la cabeza hacia Igor, su hombre de

seriedad imperturbable. Aquella montaña de hombre era tan o más res

que nos hayan vendido - dijo en un tono seco, sin

do del contenedor apareció el supuesto comprador: un hombre bajo, d

tono de voz que parecía aceito

dónde se había metido. Luego le dio una última calad

l grano como el líder que era. Luego el hom

titud exagerada; habiendo que el hombre

rantías - dijo el del maletín y Dimitri alzó una ceja,

do - el aire se tensó luego de eso he Igor dio un paso adelante, la man

poner feo - dijo quitándole el seguro a la

ocable, pero hasta el lobo más fuerte sangra. No siqui

suelo y las balas comenzaron a chocar contra el metal del contenedor o hacia cualquier direc

empujando a Dimitri hacia la

un caos de gritos y plomo. Donde Dimitri sacó su arma y disparó con una precisió

gando el arma - ¡Ratas mal

a espalda de su jefe, mientras otros caían alrededor. La traición era evidente: alguien de

ue irte! - gritó Igo

o a un enemigo que intentaba rodearlos -

i apretó los dientes, ya que con todo y el caos desatado, este no

an herida. El dolor lo atravesó como un hierro candente y tropezó hacia atrás, jadeando. La pistola

rlo con fuerza, arrastrándolo hacia el auto

ngre empapando su camisa oscura, pero

de que Igor lo sacudiera con bruta

ugar todo se acaba y no pienso permitir que eso pase. Tu vida va

su orgullo herido. Igor siempre había sido el más leal desde

mí? ¿Quieres que cargue con eso? Nuestr

as para cubrirlos - Eres el maldito lobo plateado, Dimitri, pe

s, comprendiendo a la fuerza que Igor tenía razón. Este lo ayudó a subir al vehículo de inmedia

e ellos y estarás con vida -

erta de un golpe

ro por

o Dimitri comenzó a manejar. Aquel dolor en su costado era

o, pero él haría que sus enemigos s

rse frente a un convento aislado, oculto entre los bosques nevados. Ese era el último lugar en el mundo que Dimitri hubiera imaginado encontrar r