sta de Ánge
hora, me movía por la opulenta Gala de Innovación Médica con una confianza tranquila, una elegancia compuesta que contrastaba marcadamente con la chica que una vez d
los candelabros; todo era ruido de fondo para mi mente científica, que actualmente estaba diseccionando
ya, si no
a su lado, aferrada a su brazo, estaba Christin Walter, todavía interpretando la im
una vez tuvieron una calidez engañosa, ahora contenían una mezcla de sorpresa y algo par
quila, casi distante. Me costó cada gra
ápidamente, su arro
abajo, una mueca de desprecio jugando en sus labios-. Te ves...
risita, un sonido h
personas simplemente no pueden soltar el pasado, ¿verdad? -Sus
bras, una vez armas potentes, ahora simplemente rebotaban en el escudo que había construido min
enta? -pregunté, mi voz suave, pero con un ac
se b
s un año, ¿no? Han pasado cinco. Quizás no entendiste los términos. -Infló
omo para palmear mi brazo, un gesto paternalista. Mis músculos se tensaron, retrocediendo internamente. Antes de que su ma
sonrisa tocando mis labios-. Parece que mis prio
yron, suspendida en el aire, se congeló. Su rostro, generalmente tan compuesto en s
accionó más rápido. Su de
. -Su voz se elevó, cargada de un veneno que generalmente reservaba para m
mpleto su acto de "víctima frágil". Su mirada cayó a mi muñe
aban allí, un testimonio de un pasado roto, pero ahora eran casi invisibles, desvanecid
río y afilado del abrecartas. El rojo floreciendo en mi en
sangre, la verdad completa y repugnante me golpeó: estaba tratando de morir por un hombre al que n
creía que su valor estaba ligado al amor de un hombre, al amor de Byron, se desvaneció. En su lugar, se enc
uesto de asistente de investigación en un laboratorio remoto especializado en inmunología, casi tan lejos como pude llegar de mi antigua vida. Me enterré
burlón de Christin. Todavía estaba desp
guió adelante? -Se volvió hacia Byron, sus ojos suplicando que validara su narrativa-. Solo está tratando de vengarse de ti. ¡Siempre ha
ente. Sus ojos brillaron con posesividad, un instinto primitivo que no había visto
volver y mentir sobre estar casada? ¿Despué
a, agarrando mi brazo,
Tratando de arruinar las cosas para nosotros. -Me acercó más, sus ojos clavándose en l
sus ojos. No había dolor, ni mie
ía-. Suéltame. Ya no tienes ningún derecho sobre mí. Y francamen
se había ido hacía mucho tiempo. Mi enfoque estaba en el futuro, en la investigación innovadora que
que el mundo gira a tu alrededor. Todavía piensas que desperdiciaría otro segundo de mi vida en un hombre

GOOGLE PLAY