o grueso. Me moví a través de los movimientos de mi entrega final, cada tarea un paso más lejos de la vida que una vez conoc
orpemente aferrada en sus brazos. Se veía... diferente. Su camisa usualmente
e no podía ubicar del todo en su tono-. Traje esto para Leo. Para su
e un juguete para niños. Un destello de esperanza, tan tenue que apenas estaba al
dije, mi voz cuida
galo. Adentro, anidado en una cama de papel de seda, había un perro de peluch
a de furia helada me invadió, tan potente que casi me hizo soltar l
ó con un miedo profundo y paralizante a todos los perros. Gritaba y lloraba si siquiera veía uno en la televisión. Durante mes
acababa de regalarle
ra a bajar, profundo en el pozo de mi e
, Holden -logré de
n destello de conf
os perros, ¿no? A todos los
la profundidad de su ignorancia, su completo desapego de su propio hi
silencio como aceptació
go más que necesitam
, su mirada ev
table después de la rotura de la tube
eló. Sabía a d
voz peligrosam
una extraña mezcla de actitud d
en la casa. Solo por unas semanas, hasta que su
ra a nuestro hogar. Al hogar donde había criado a n
cortada y precisa- propones que Leo y yo vay
yo estuviera si
sto. Son solo unas semanas. Es por las apariencias, entiendes. Kassidy es mi publicista; no se vería bien que la vieran qu
s". Por su mentira cuidadosamente elaborada. Era una crueldad tan desca
su casa -declaré, las palabras sabiendo a
stre
ialmente. Nuestro matrimonio es un secreto, ¿recuerdas?
a narrativa, haciendo que sonara
para mantenerme oculta. Y ahora lo estaba usando en mi contra. La máscara de encanto finalmente se había hecho añicos, revelando la
a amado, sino a un cascarón vacío de arrogancia y enga
te tranquila-. Entiendo. Nos habre
das con una finalidad que él, en su au
ia. Había esperado una pelea, lágrimas, una sú
stro-. Sabía que entenderías. Me aseguraré de que seas com
siete años de mi vida, mi talento, mi corazón y la infancia de mi hijo, todo sacrifi

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