vista d
retrocedió tropezando, su mano cayendo de mi cara. El lu
una rabia tan profunda que se sentía como una enfermedad física-. ¿Mied
ron, incapaces de
apelar a una historia que ya no reconocía-. Tú fuiste la que me llevó a todos
ándose en una súplica débil y patética-. T
portuno, eligió ese instante para habla
dicen que soy del tipo "hiperférti
ocándose el v
no fue un milagro. Dijeron que probablemente podría
fue tan sutil
s ojos antes de que lo reprimiera rápidamente. Dio un paso hacia mí, sus movimientos rígidos y
la que llamaré mi esposa -de
hicieron fue confirmar mi miedo más profundo. Estaba enmarcando e
ron en mi mente con una claridad enfermiza y de alta definición. El viaje que hice a una clínica remota en Suiza, persiguiendo un nuevo tratamie
so, él la había traíd
taba carbonizado por fuera y crudo por dentro. Los espárragos estaban lacios
sin decir palabra, ma
de diamantes. Mi pulsera. La que Damián me había regalado en nuestro quinto a
gado tarde a la cama, mucho después de que yo estuviera
n mí tomó el control, silenciando a la esposa con el co
ente tranquila-. Esta es tu últi
de ser tan paranoica! ¡Estás arruinando todo con tus celos de loca! -Se
Un dolor agudo y ardiente me recorrió la parte ba
dó lo
a florecita delicada ahora. Te he visto recibir
de un bar. Me había interpuesto entre ellos sin pensarlo dos veces. Mi fuerza
e tocarme, de ofrece
mi voz baja y llena
eció. Apretó los p
ra ti tener una c
lda-. Es ella o yo, Damián. Eso es todo. -Comencé
boca abierta para decir
vo. Sollozos suaves y ahoga
e merezco. Mi exesposo solía pegarme, ¿sabes?
dramático ha
bería acab
iera a punto de estrellar su cabeza contra ella. Sus ojos estaban llenos de
iándole el pelo-. Eres la mujer
samente desaparecidas, reemplazada
ver
que yo escuchara cada palabra mientras me detenía en las escaleras-. A diferencia de otras,
os por encima de su hombro. Una sonrisa triunfante parpadeó
ro de mí
un ritmo frenético y doloroso. Me di la vuelta, bajé las escaleras de
ria pura y sin dil
i voz cruda y rota-.

GOOGLE PLAY