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Historia
El ajuste de cuentas de la heredera: Diez años de mentiras

El ajuste de cuentas de la heredera: Diez años de mentiras

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1658    |    Actualizado en: 23/10/2025

dome que le pidiera perdón a su amante embarazada. Él era el don nadie al que conver

bía orquestado el accidente de auto que me provocó un aborto espontáneo años atrá

a. Exhibió su amor para que todo el mundo lo viera, comprándole islas y

rtido por nuestro hijo perdido, se convirtió en cenizas. Todo era una mentira.

uiné la fiesta. Con las pruebas en la mano y mis aliados a mi lado, estaba list

ítu

sta de Cata

estaba ahora parado en nuestra sala, exigiéndo

de hadas. El mundo la veía y susurraba sobre la devoción de Jacobo Guillén. El muerto de hambre de un barrio pobre que ascendió hasta conv

e negocios calculada. Era el hombre que saqué de la oscuridad, el hombre que m

ro amor era el

da Karina Flores estaba parada en medio de él, con la

na hora, sin anunciarse, con una sonrisit

una dulzura que se sentía como veneno. "Soy Kar

mi enorme escritorio de caoba, el silencio en la ofi

tan fría y vacía como el

uiere que lo sepas. Quiere que t

on la cicatriz estaba relajada, su boca suave. Era una foto de él en nuestra cama, y el ángulo era íntimo, tomado por alguien acost

ertemente enrollada que había pasado toda un

nté, rodeé mi escritorio y tomé la taza

jos y, con calma, vertí todo

mpapando su impecable blusa blanca. Ella jadeó,

tó, tambaleánd

me pega el pelo al cráneo. La había seguido afuera, la vi llamar a Jacobo, su voz un lamento pa

s por esto, Cata

stá empapado, gotas de lluvia aferradas a su cabello oscuro. No me mira con preoc

mi boca. Paso a su lado, dirigiéndome al bar. Mis m

ar de ti", espeta, s

toy diciendo. Se acabó. Recoge tus cosas.

, sisea, dando un paso hacia m

da. "¿Cómo debería llamarla? ¿La futura señora Guillén? ¿La ambiciosa becaria que a

gido resuena en la

ntes, su pecho agitado. Sus guardaespaldas, leales a él, entran en silencio detrás de él, creando un muro de mús

voz un retumbar tranquilo y pelig

dea de lo que has hecho?", dice, su voz bajando a un susurro aterrador. "Kari

atriz sobre su ojo. La ci

abras un estribillo familiar y cargado de culpa.

me río, un soni

su capacidad para tener hijos en el futuro". Suelta la frase con una gravedad e

la lluvia. Las palabras cuidadosamente elegidas de Jac

posa estéril y celosa ataca a la joven y fértil amante. Es una buena narrativa. U

él, cruzando las piernas. Estoy completamente a

lazada con acero. "Tú, el chico de la nada. Te di todo. Mi apellido. Los

puños apretándose a los c

ano va al interior de su chaqueta

se tensan, sus manos

vándose en un gesto de desprecio. No cree que haré nada. Si

igo sim

de que pueda reaccionar, Jacobo s

fuerza. Arturo, un hombre que le dobla la edad a Jacobo pero construido como una pared

s un crujid

ce una seña para que se aparten, parándose sobre él. "Ahora trabajas par

na mirada de satisfecha

un error. Olv

me muevo. Agarro el pesado decantador de cristal del carrito de

el guardaespaldas más cercano a mí.

del decantador roto en mi mano. Sus ojo

eo, mi voz bajando a un susurro de

mi mano, y por primera vez esta noche, par

una década, se siente como si hubiera sido extirpado quirúrgicamente. En su lugar

de sangre del labio. "Señora", dice, su lea

nciándolo. Mis ojos es

ar. Y no tiene idea del e

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