sta de Sofí
as. Debió haber sentido un cambio en mí, una sutil alteración en el aire. La desesperación silenciosa a
directamente. En su lugar, comenzó una campaña de guerra psi
nica salida creativa que tenía- "desaparecieron" de mi escritorio, solo para aparecer en la triturador
orosa lo suficientemente alta como para que yo la escuchara, que seguía soñando conmi
podría necesitar "ajustar mi medicación". La implicación era clara: yo era inestable. Poco fiable. Pr
erados por la ilusión de una familia fe
us ojos negándose a encontrarse con los míos-. Tiene un corazó
incómoda verdad que yo representaba. Habían elegido a su chivo expiator
asa se cerraban sobre mí. La esperanza que había fl
nto en que salió de
Lo tengo todo. Correos electrónicos encriptados, transferencias de archivos
un sollozo de puro y absoluto alivio. Durante una década, había sido un personaje en una historia q
-pregunté, mi voz e
s a detonar esto de la manera más pública posible. Nos aseguraremos de que no puedan barrerlo
de inmediato. Era perf
vento de prensa más grande de la compañía del año. El gobernador va a habl
atisfacción en su tono-. Prepárate, Sofía
mi fachada de la paria sumisa y rota mientras una revolución se gestaba dentro de mí.
había planeado usar. Luego me ofreció uno de los suyos, una monstruosidad rosa enfermizamente du
la noche antes del evento. Su rostro
ara la empresa. Para mí. Para Camila. Sin escenas. Sin caras largas. Solo quédate atrás, sonríe cua
z años diciéndome que debería estar agradecida por la jaula que había construido a
mi voz suave como el cristal-.
diente de aprobación antes de alejarse. No tenía idea de que la hermana sile
a para mí. Dentro había un vestido negro simple, impecablemente confeccionado. Era elegante, poder
a. Estaba en la letra
on ellos
mirada no era el fantasma tímido que había rondado la residencia Elizo
a para el e