altar, regresó a mi vida como un huracán. Me encontró embarazada, vivien
orriendo la casa con una codicia pura. Me acorralaron, sus rostros desfi
eguntas se convirtieron en violencia. Me abofetearon, me metieron
ón de aguja en mi vientre. Luego, Dam
a pequeña y vibrante vida dentro de mí
do sabe que es estéril", se burló Damián, su voz goteando desprecio. "El accidente de coche de hace diez años
un coche destrozó el portón de la finca. Era Arturo. Y estaban a punto de des
ítu
a Garz
turo- se abrió de golpe con una fuerza que hi
erradura, el suave golpe de su maletín sobre la mesa de caoba. Esto era una violación.
ado que me había dejado en el altar había desaparecido, reemplazado por alguien más delgado, más duro, con un filo
. Sus ojos felinos, antes llenos de una amistad fingida, ahora contenía
que no había escuchado en tres años. No tenía nada del
o de mí hacia él. El movimiento brusco me provocó una sacudida de pá
ndo?", jadeé, tra
la estúpida conmigo", gruñó, sus ojos bajando hasta donde d
una sonrisa de suficiencia. "No te lo va a decir, Damián. Mírala. Viviendo en la casa de tu herman
endo con un tono frenético. "Tres años. No te he tocado. Ni siquiera he esta
ese hombre. Abandonarme de la manera más pública y humillante posible, desaparecer sin decir una pala
a risa amarga burbujeando en
dije, mi voz peligrosamente baja. "¿Crees que pu
no eres apto para ser padre ni de un pez dor
físico. Su rostro se contrajo, una mezcla de conmoción y ra
u voz goteando falsa compasión. "¿Después de todo
repliqué, mis ojos todavía fijos en Damián. "Igua
pasado por un infierno, viviendo de sobras, mientras tú has estado aquí, viviendo como una reina en la ma
án con un tirón brusco y repentino. "¿Fue justo cuando tú, mi supuesta mejor amiga, te acostabas con mi prometido a mis espaldas? ¿Fue justo cuando le llen
n un rojo feo y desigual. El recuerdo de su cara patéti
ando. "Damián, cariño, escúchala. Está tergiver
e ensombreció, su breve momento de conmoción reemplazado por una furia p
so vestíbulo. Mi cabeza se giró bruscamente, mi oído zumbando. Estrellas explo
"Esta es una casa de los Montemayor. Mi casa. Y tú
do y frío se extendía por mi pecho. Tenía la misma mirada en sus ojos. El mismo desdén cruel que me había mos
a. Hace tres años, tras esa humillación espectacular, otro hombre había dado un paso al fr
tán de Acero" por su perspicacia despiadada y su comportamiento frío. Él había tomado mi mano en silencio, me había
abíamos luchado a través de años de médicos y silenciosas desilusion
niño, tenía que c
lando ligeramente, levantando una mano
Te embarazaste para intentar asegurar tu posición, para roba
resonó ominosamente en el suelo de mármol. Agarró un puñado de mi cabello, ti
ro caería en tu juego? Todo el mundo sabe lo de su accidente. Todo el mundo sabe que n
ra. Le creía. Por supuesto que le creía. Era un tont
os dientes apretados, el dolor en mi cuero cabelludo haciend
amiro solo estaba enojado. Un pedazo de papel no significa
una patética imitación de la autoridad de su hermano. "Lo que significa que
es un Montemayor", afirmé, mi voz resonando con una co
ntrario al que esperaba. El rostro
te atrevas a decir ese nombr
a de que aprendas una lección, Valeria. Una lecci
disparada de nuevo. No una bofetada esta vez,
dor y abrasador me desgarró el abdomen. Era un dolor tan absoluto
e en una bola apretada, mis brazos envueltos pr
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