mí el cargo de jefa de residentes: un niño de cuatro años con los ojos
brillante rival que una vez juró que no
para protegerlo. Me golpeé la cabeza y, mientras la vida de nuestro pequeño no nacido se extinguía, él se alejó sin mirar atrás. Nunca me visitó en el hospital. Me dejó sola para llor
n acantilado al mar. Pero sobreviví. Mientras el mundo lloraba la muerte de Ela
Ilusiones
ue tenía los ojos oscuros de su padre y una rara alergia hereditaria que ella conocía demasiado bien. Su madre, Hayd
o, una inquietante alarma resonaba cada vez más
la susodicha, estabilizando su voz mien
el plástico. Escribió un nombre, luego empujó el portapapeles hac
jo sus pies. Tenía que ser una coinci
u padre lo adora", dijo, con una voz tan empalagosa que a Elana se le erizó la piel. "Pero siempre está
corazón de Elana. Antes de que pudiera responder, el celular de Hayden vib
. Sí, ya casi
ada por el celular, pero Elana la habría
os entumecidos se apresuraron a escribirl
una reunión de un proyecto enorme, cariño. Nuestra cena s
rió, un pequeño gesto cómplice y satisfecho, luego c
utilizando su profesionalismo como un frágil escudo para protegerse del colapso de su mu
ansada de un hombre que sale de una reunión estresante, sino con la sonrisa relajada de alguien que vuelve a casa. Levantó a Leo en
su lado suspiró con nostalgia. "Guau. Míralos
olpe final y demoledor. ¿Una fa
ias nocturnas en la oficina". La vez que ella se retorcía por los cólicos estomacales y no podía localizarlo,
. Él se había quedado en silencio, acariciándole el cabello con la mano. "Todavía no, Elana", había dicho con
tadores turnos de veinticuatro horas, se había quedado a su lado cuando ella había colapsado por el cansancio y le había pedido matrimonio
a él. Su nombre brillaba en la pantalla, símbolo
on la mano
abajo?". Su voz era cálida, el mismo tono ca
a voz de Leo gritando "¡Papá!", s
proyecto", dijo con suavidad. "Ha
niño de nuevo, es
un ligero pánico. "Es solo... es el hijo
con una expresión de absoluta devoción paternal. Era una mirada q
gado, sino que buscó el contacto del director de una prestigiosa beca de investigación médica en Zúrich. E
el director respondió. "Me gustaría aceptar