mental contra el cáncer de su hermana y, a cambio, el brillante y orgulloso estudiante interpretó el papel de mi ad
una conmoción cerebral. Desperté con el aterrador conocimiento de que toda mi vida era un
o amor, Sofía. Yo era el obstáculo que tenía que superar. Mi destino preescri
al fue el reloj antiguo que pasé meses restaurando para su cumpleaños. Una semana despu
suponía que me haría estallar en un ataque d
stá destinada a un final trágico, entonces esta vil
. "Quiero que me declaren muerta", le dije al hombre que se esp
ítu
recer", dije,
medida que probablemente costaba más que un coche de lujo, pero sus ojos eran como los d
rta?", preguntó, con un tono plan
uerpo, o uno que no sea identificable pero que coincida
Garza. Le garantizamos un borrón y cuenta nueva. Nueva identidad, nueva vida. Los arreglos para el
. No tenía nombre, solo un número. "Ese es el depósito.
nómicos. "Entendido. Nos pondremos e
e adentré en el bullicio de una tarde en la Ciudad de México. Un elegante
arza", dijo, con la cabeza
l coche se incorporó suavemente al tráfico, en dirección a Polanco. Miré
istal y acero. No era la casa de mi familia. Era el pent
o. Las puertas se abrieron directamente a una vasta sala de estar con ventanal
jaula
casa. Todavía estaba en la UNAM, donde era el brillante
agua, con la mano perfectamente firme. T
ombro. Era guapísimo, con pómulos afilados, intensos ojos oscuros y un aire de orgullo silenci
plemente no
sido neutra, se enfrió. Dejó ca
n unas pocas zancadas. Extendió la mano para ahuecar mi rost
cabeza, su mano cayó a su
lanificación de la gala benéfica?". Su voz tenía un rastro de burla c
todo equivocad
alda para colocar el vaso en el fregadero.
ia y resignación. "De acuerdo. Voy a mi cu
je, manteniendo
l pasillo. "Has estado act
uelta. "Solo
lo suficiente como para hacerlo. Desapareció en su ala del penthouse. Esc
atamiento experimental contra el cáncer de su hermana menor. Era una relación fría y transaccional. Yo conseguía un co
o creía que no lo estaba viendo. Un resentimiento profundo y laten
e vería a mí. Había esperado que mi devoción, mi apoyo sile
ta habí
un caballo me dejara con una conmoción cerebral. Cuando desperté
novela entera, expues
hombre brillante y orgulloso que eventualmente crearía un
ue usó su dinero para atrapar al héroe, separándolo de su único y v
la novela. Y yo, enloquecida por los celos, intentaría destruirlos. Mis intentos de venganza fraca
. Era absurdo. Una aluci
ipio. Un encuentro casual con Sofía, una línea de diálogo específica de Santiago, una
ara el cumpleaños de Santiago, incluso lo había grabado a medida. Una semana después, se lo dio a Sofía, diciéndo
i destino. O más bien, el día
estruirme. Y no permitiría que eso sucediera. Si la historia exigía un final trágico p
rte. Cortaría todos los lazos con este mundo, con S
go se abrió. Salió, ya poniéndose una cha
ave de lo que nunca la había oído. "No
endureciéndose de nuevo. "Teng
ína. Sabía que no había una emergencia real.
bría hecho. Lo habría exigido, tal vez incluso hab
lo asen
Dudó un segundo, un destello de algo ilegible e
e dio la vuelta y salió, las puert
quedó en sile
ntana, mirando las
la habitación vacía. "Esper
ba a conseg