os minutos, el mundo parecía menos pesado. Me senté sobre el colchón, respirando despacio. No sabía si

lonas que se habían soltado en la madrugada. La brisa tibia movía las puntas de mi cabello. Me descubrí pen

pie sobre una pila de cajas, revisando etique

o - comentó, sin sarc

mpiece -respondí sin pensar. Era verdad. La esp

asi

ante para mantener

aron en una sucesión de movimientos pequeños que, de algún modo, devolvían un poco de orden al mundo. Descubrí que había ci

une me observaba con la expresión de qu

ueriendo ser salvada. Y hay gente que viene a intentar

pregunté, s

olo querer.

o que sonó casi

vez se

- dijo ella -. Conti

pero fue la primera cosa en muc

amiseta se pegaba a la piel. El aire pesaba en los pulmones. Aun así, había un tipo extraño de sa

el día en que llegué, cuando ayudaba a descargar cajas cerca de la entrada. El cabello oscuro atado en la nuca, la forma m

dor con el antebrazo. Luego giró el rost

Pero, por algún motivo, sentí un escalofrío subir por la espalda, como si mi cue

lvió al trabajo con la misma co

yera mis pensamentos -. Ingeniero civil

e de aquí

pondió ella -. D

observándolo levantar otra

ió June -. Pero trabaja

Por

nte curiosa - más bien como quien sabe que c

- dijo, con un tono tranquilo -. Porq

iera responder,

servir el almuerzo, y si llega

evolviendo una olla que parecía lo bastante grande como para alimentar a un ejército. Cuando me ace

ó, repitiendo las palabras que ya

spondí, sin saber po

harón generoso de guiso en mi platô -. Pe

tentando c

erzos antiguos que ya no pertenecían a nadie. Mientras comía, vi a Callum entrar al salón. Caminó hasta Deborah,

su forma de moverse - sin apuro, sin mostrarse, como si llevara un

de acercarme. No todavía. Quizás nunca. Pero, de algún modo, s

rde doblando pantalones, separando camisetas, etiquetando pilas interminables. Me dolían los

aba sudada, exhausta, pero había una pequeña llama en el pecho - como s

una palmada

un buen tr

rac

dijo ella -. No necesariamente

i lo repetía en voz baja cada

s al lado de Nico. Conversaban en voz baja. Callum alzó los o

me

parté la mir

ueño. Pero, para