co. Pero a veces, una extraña mirada cruzaba su rostro cuando veía a Sofía, un destello de emoción intensa que rápidame
tupidez, u
e la ducha. Su laptop estaba abierta sobre el escritorio. Una notificaci
eguito con la protegida?
lada. La sangre se
e desplazó hacia arriba
Unas cuantas palabras dulces, una canción triste, y se derrite. Cualquier cosa par
z, puedo soportar a Valeria un poco más. No es como si realmente l
una mentira. Una actuación cuidadosamente construida. No la estaba protegiendo a ella. Estaba protegiendo a Sofía. L
mor. La había convertido en un peón en su pro
ndose de la laptop, un sollozo ahogado escapando de sus labios.
on una toalla alrededor de la cintura y una sonrisa en el
ia? ¿Qu
del chat, y su rostro se puso páli
ta y el leve y amargo olor a alcohol en su aliento. Era un o
, reaccionó al instante. Esto no era un beso de pasión o amor. Era
ron y empujaron cont
élt
presa en su rostro. Estaba acostumb
oz bajando al tono suave y persuasivo que usaba tan bien-. ¿
ílaba era una mentira que ahora
fabricada se agrió en algo feo cuando ella no se derritió de inmediato-. Damián.
el. El músico gentil había desaparecido, reemplazado por un hombr
su voz plana y fría-. Dej
fui el que estuvo aquí para ti! ¡Yo fui el que recogió
ran sobre Damián. Su ego no podía conce
ruñó, su rostro
ia la cama. La fuerza del
ilizándola. Rasgó el cuello de su vestido, la sencilla tela azul rompié
os de una mirada desesperada y hamb
igió, su voz un gruñido bajo-. Estoy aquí. Y
o la invadieron. Luchó, empujando sus
o ella, su voz firm
ntar su rabia. Estaba borrach
e ella de nuevo, una ráfaga de besos húmedos y agresivo
palabras una confesión rota
on la empresa... se queda con ella. Es
re su mejilla. No le estaba hablando a ella. El "ella
n. Esta exhibición borracha y violenta. Estaba sobre ella, pero en su mente, estaba c
tió en hielo. Fue una violación ta
y le dio una bofetada en la cara. El sonido fu
un lado. La locura en sus ojos parpadeó
temblando de rabia y una terrible y profunda t
a se aclaró, y por primera vez, pareció verla de verdad. Vio el vestido roto, e
horror crecient
o -tartamudeó, apartándose de el
o ella se apartó como s
voz quebrándose-. Por
entido, un guion automático
a ahora un veneno helado. Estaba temblando, pero su mente estaba extrañame
irmó, su voz firme-. ¿Eran
asiado rápido-. Solo tontería
or, pero ahora ella conocía el guion. Conocía todas
oviéndose hac
ogó él, agarrando s
to la invadió. Estaba tan cansada de esta casa, de