pensar que alguna
de comenzar. El rugido de
os y me obligó a subir a la parte trasera de la motocicleta, atando m
trozo de tela gr
nó-. Para que no t
nte a mí. Una vez había usado esa espalda para proteger
acia adelante con un
a la mordaza, el sonido perdido en el viento y el rugido del motor.
a tela ahogando mis palabras-.
to cada vez más rápido. Todo en lo que podía pensar era en la prom
e los otros corredores, un tipo grande llamado Spike, había acorralado arorizada. Nos lanzó
ó, con los ojos muy abiertos
do lo que
la moto en movimiento, dejándome atada
ie y se lanzó
de encima! -rugió,
ntamente y luego se estrelló. Cayó de lado, a
erpo. Una sensación caliente y
Mucha
Mi pierna estaba torcida en un ángulo antinatur
o no era nada comparado c
e dolor, vi a Bárbara cor
terrando su rostro en su pecho-.
as eran su
uerza, acaricia
oy aquí. No dejaré qu
azos, como si estuvi
ó ni una
¡Tu otra chava! ¡Tiene la pierna rota! Y su o
aron en el brazo de Bárbara
encontraron con los míos a
idio. Vi un destello de algo más.
devolverle fue una