ntro estaba el primer par de mancuernillas que le había comprado, simples nudos de plata. Él era solo un programador junior con dificultades en ese entonces, lleno de grandes sueños y un
nta bajo las estrellas después de que acababan
etido, sus ojos brillando con lo que ella pensaba que er
humor se le escapó.
sonó desde el pasillo
a gente está empezando
na muñeca a la que posicionan para una obra de teatro. Él la condujo escalera
sa moderna que ella había diseñado. Se suponía que
lugar, una canción de pop ruidosa y estridente con un bajo odioso resonaba por la sala de estar de plant
dolientes, sus rostros un borrón de
a Or
os. Llevaba un vestido negro ajustado e inapropiadamente corto. Y se estaba tomando una selfie. Levantó
ió a través de Alina. Se soltó del agar
stás haciendo? -la voz de
u expresión de inocencia
tos. -Publicó la foto en su historia de Instagram con una l
quitó el celular de las manos a Kenia.
Alina-. Lárgate
temblar. Las lágrimas brotaron de s
Es solo que... esta es la forma de mi generación de
o rasgando la música de fiesta-. ¡Odiaba
atrás, su agarre como hierro en su brazo. Se interpus
aciendo una escena! -le
nuestro hijo! -lloró Alina, luch
los invitados cercanos la oyeran. Estaba actuando para la multitud-. Kenia era muy cerc
arla. Los murmullos comenzaron a su alrededor. La gente se movió inc
dijo Alina, su voz bajando a un susurro de
tunidad, comenzó a so
ble. Tal vez si hubiera sido una mejor niñera... pero la Sra. Villarreal siempre
o venenoso de una conver
osa -escupió Alina, a
n la empujó hacia
s sufi
abía puesto las manos e
iso momento para juga
cogía su celular del suelo-. No quería mostrárselo a nadi
clinando la pantalla p