Damián Ferrer, me estaba esperando, prometié
culpa de un crimen que cometió mi hermana adoptiva, Sofía. Se
para la cárcel. Llamaron a mi sentenc
el teléfono de Damián. Sofía estaba teniendo otro de sus "episo
olvoriento cuarto de servicio del tercer piso. Órdenes de m
ersitaria, y por ella perdí siete años de mi vida. Yo era su hij
bró con un correo electrónico. Era una oferta de trabajo para un puesto clasificado que había solici
uesta con los d
ept
ítu
risión. No fue por un juez o u
uso al volante, borracha. Atropelló a alguien y huyó de l
me sentaron. Mi hermana biológ
re, con la voz helada-. No puede
untó mi padre, sin mirarme-
iendo. Pero una noche, me metieron a la fuerza
éxico, un magnate financiero que movía todos los hilos. Él lo arregló todo. Me
prometió-. Solo aguanta estos siete años. Es l
no peor se refería. So
n de hierro se abrió y salí a un mundo que se
lió. Se veía igual, imposiblemente guapo en su tra
para abrazarme.
sus brazos cayer
a M
a piel y huesos, un manojo de ángulos y sombras. Siete años de comida de prisión y trabajos forzados me habían tallado
-. Te dije que estaría. Nos cas
ad, y no sentí nada. El amor que una vez tuve, la esperanza desesperada q
gunté. Mi voz era á
ón de Dami
Sofía tuvo otro de sus episodios esta mañana.
dres habían adoptado años atrás. Ella era su todo. Yo era su hija biológica,
ena de esperanza. Era huérfana y pensé que había encontrado mi hogar. Pe
r. Era solo la casa donde solía vivir. El mayordomo, un hombre
trasero del tercer piso -dijo, su voz goteando condescendenc
polvoriento y olvidado. Era donde siempre me
recía mor
os, Ana María. E
ces sonó s
por la preocupación-. Tengo que ir al h
. Por supuesto que lo hizo
ir nada más que
V
sa de mi propia familia. Subí por las escaleras de servicio hast
Podía oír a mis padres hablando
la voz de mi madre
l cuarto de servicio -
que altere a Sofía. Damián ya viene para
había convertido en piedra,
grumoso. Mi celular, un teléfono barato de prepago que me dio un
ificado - Instituto Nacional
de arte, un puesto que había solicitado hacía ocho años, antes de que me r
sa
uesta con los d
ept