ítu
n la casa era medido y meticulosamente cruel. No me gritaba, no me insultaba, porque en realidad no tenía que hacerlo para lastimarme. Su in
rta, dejándome escuchar cada gota resbalar sobre su piel, sabiendo que otra lo disfrutaba y yo, me bañaba y vestía en el baño. Sin embargo, al principio creí que me estaba ignorando llevando su
noche, desde la cocina, cuando decidí
ontestó sin apartar l
nevera, buscando algo con que llenar el vacío que no quería compartir conmigo. Así que yo solamente me volvía invisible ante él, salvo cuando se
minaban en sus labios apretados, como si se reprochara a sí mismo el que estuviese viéndome. La
.
estaba pasando. Solo queríamos distraernos un rato y hablar de otra cosa que no fuera mi maldito matrimonio por contrato. Sin embargo, cuando regresé al departamento, la atmósfera
-me preguntó sin apa
pejarse y yo necesitaba olvidar el
n último sorbo al vaso y lo dejó en la encimera con un golpe seco. Un golpe qu
te? – preguntó de la nada y me qu
¿Q
a porque escuchaste perfectame
n salgo o dejo de hacer? - pregunté incrédula mientras me p
bre. Es obvio que tú y tu amiguita no estuvieron solas, así
tá celoso? - pregunté con ironía mi
r favor, no m
rdo que me tratas como si yo fuese una extraña en esta casa, lo
Esto no es amor, Sofía. Esto solamente es un maldito contrat
o que haga o deje de hacer con mi vida, si tú vas y te revuelcas con Isabela ca
y por primera vez en días, estuvo lo suficientemente cerca d
igo y eso es justo lo que haré. No me importa que no te toque o que no te bese. Puedo ignorarte
querer - susurré con la
ente es una demostración de poder, para que veas
o me atrapó por la nuca evitando que me alejara y me devoró como si odiara cada segundo en que había reprimido ese deseo.
olo sé que lo besé de vuelta con hambre. Con años de amor callados y con todo aquello que nunca dije. No obstante, cuando
lo quise que vieras lo patética que te ve
ije de inmediato y me
-
das a mí. Yo, con las sábanas entre los dedos, intentando comprender
cosas sin pensar en la consecuencias. Tanto así que una noche se apareció con ella en su departamento. No le importó que yo es
papeles, espero que no te m
ba puesto un vestido negro ajustado que mostraba más piel que
o, arrastrando la palabra con
amante
Thiago alzó una ceja so
ntes de que me vieran llorar y s
sola, mi hermano Santiago vino a visitarme. Desde q
mirándome con ternura mientras
día y de lo qu
estás perdiendo ese brillo tan
preguntas por favor - dije
mpiezas a poner límites. Esta historia va a
e digo que ya e
ue ese amor que guardas en