ítu
había memorizado la forma en que se pasaba la mano por la nuca cuando algo lo incomodaba o el modo en que entrecerraba los ojos cuando
esa presencia brutal que no necesita ruido para ser sentida. No hablaba más de lo necesario, pero cuando lo hacía, t
go más oscuro, más profundo. Una construcción lenta y obsesiva de sentimientos que se apilaban uno
sa que leía novelas en las reuniones familiares y reía poco por tan de no ser vista. Él ja
s? - me susurró Alexia, mi mejor amiga
confesarle que mi mundo tenía nombre y estaba justo por entrar por esa
le abrazaba el cuerpo como una segunda piel, su cabello ligeramente despeinado le daba otro aire y la barba bien delineada era un delito. Tenía e
estido rojo que parecía pintado sobre su piel. Ella sonreía con los labios pintados como cuch
sentarles a Isabela - dijo él, c
a copa que tenía en mi mano con más fuerza para no delatar el temblor en mis dedos. Mis labios se estira
tros, silbaron y rieron. Yo por mi parte... simplemente me deslicé hacia el rincón m
vez que la llamaba "mi novia" delante de todos. Incluyéndome a mí. El que l
trago el contenido de la copa en mi mano. El vino ardió como lava en mi gargan
ercándose a mí con esa mirada que escaneaba mis emocion
r de cabeza, así que voy a recostarme un rat
í que me dejé caer sobre la cama aún vestida, con los tacones aún puestos y el corazón aún en carne viva. Entonces lloré, lloré con esa
n así, lo había amado con cada respirac
.
pendientes que tenía por leer. Sin embargo, todo era ruido de fondo para mí y mi cabeza seguía repitiendo esa escena una y otra vez. Thiago presentando a Isabela como su novia, co
con la excusa de celebrar un nuevo contrato millonario. Sin embargo, había
impecable como siempre, pero con un gesto que no le había visto antes. Su rostro tenía una seriedad extr
no brindó. Más bien carraspeó y dejó caer esa b
ivo ejemplo de su padre y como guardián de todo su dinero, hoy le informo que en dos meses al fin podrá disponer de todo a su antojo. Sin embargo, para heredar tod
y el aire dejó de entrar en mi sistema. Thiago solo se giró hacia mí lentamente y sus ojos, oscuros y afilados, me miraron por primera vez en años c
erdad? - pregunto él c
ado en tu testamento y si quieres puedes comprobarlo por ti mismo. Yo nu
que tenía ganas de llorar, gritar o reír con histérica al mismo tiempo. No obstante, lo últim
Yo tengo una novia y no la voy a dejar solo por es
adie me miró y yo solo me quedé allí, congelada. Preguntándome