Necesitamos hablar", pero él la había ignorado, demasiado inmerso en su propio resentimiento, en su plan meti
camente, un movimiento instintivo, inútil, el impacto fue brutal, violento, su cabeza se
rando su teléfono sin verlo realmente, cuando recibi
osa de Mateo Vargas?", preguntó
ondió ella, con el
idente automovilístico, está en el H
de los dedos y cayó al suelo con un ruido sordo, el congreso, el di
una tortura, cada coche lento una afrenta personal, las lágrimas corrían por su rostro, lágrimas de miedo, de arrep
el olor a antiséptico y a miedo la envolvió, una en
con usted pronto", le dijo
, entrar corriendo, con el rostro pálido y los ojos l
, preguntó él, su
dijo ella, confundida por
, "Traumatismo craneoencefálico se
ajo sus pies, se dejó caer en una silla
, "Lo tenías tan distraído, tan miserable, que no vio venir el c
ó ella, el dolor dando paso a la ira, "Tú
momento, el
?", preguntó, su rostro era
pusiero
eza fue muy fuerte, hemos inducido un coma para reducir la
bien?", preguntó Sofí
, respondió el doctor con honestid
antes del accidente? Sus niveles de adrenalina y cortisol estab
an una confirmación de la miseria de Mateo, Carlo
a responder, una nu
he estado buscando
una expresión de profunda preocupación en su rostro, se acerc
pude", dijo él, ignorando por completo a
iró con pur
carajos ere
Sofía, "Mateo me dijo algo antes de irse del restaurante, estaba muy alterado, d
ía, en su estado de shock y culpa, se aferró a esas palabras, eran una justi
on amargura, "Él ya se habí
cudió la cabeza y se alejó, sentándose en el rincón
a, la línea entre la verdad y la mentira se había vuelto borrosa, su esposo estaba en una cama de hospital, luchando
de Sofía, llegó y la abrazó con fuerza, s
superaremos juntas", le
lo, lo recordaba de la univer
?", le preguntó a
respondió Sof
igo", insistió Elena,
UCI fue como entrar en otro mundo, el pitido constante de las máquinas, el olor a esterilidad, Mateo yacía e
s piernas temblaban, le tomó
ó, las lágrimas cayendo sobre su mano
ión indescifrable, Carlos se acercó al otro lado de la cama, ignor
esar de todo, estaba perdido en algún lugar entre la vida y la muerte, y ella estaba rodead
intiéndose más sola que
u voz era un murmullo seductor, "Te llev
que la idea de un escape temporal, de alguien más tomando las decisiones, era irresistible, asintió sin fuerzas